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Imagen del interior del libro Cuentos de antaño, de Perrault, y cubierta del cuaderno (Alborada, 1988) |
ÉPOCA
ABSOLUTISMO Y SALONES LITERARIOS
Las andanzas literarias de Perrault coinciden con el reinado de Luis XIV, «el rey sol» (siglo XVII), quien a partir de la muerte de su primer ministro Mazarino gobernará absoluta y personalmente, repartiendo las cargas del gobierno en tres ministros. Uno de ellos, Colbert, protegerá a Perrault, y con él llegará a ser Inspector general de Obras del Rey. En cualquier caso, el siglo en el que vivió Perrault, es denominado el siglo de oro francés: el del dominio político, económico y cultural de Francia, que supera todas las crisis económicas, políticas y religiosas.
Sería ocioso hablar de autores como Corneille, Racine y Molière, cuya huella en la literatura universal es más que visible, pero no podemos olvidar ni dejar de nombrar a una serie de mujeres célebres, cuyos salones literarios y sus obras jugaron un papel tan decisivo en el siglo XVII.
El propio Perrault compartió salones y fama literaria con madame La Fayette, madame Savigné y la princesa de Clèves, entre otras. Al final de siglo aparecerán nada menos que Voltaire y Montesquieu.
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Imagen de contracubierta, el interior del libro y el cuaderno de trabajo de Cuentos de antaño, de Charles Perrault (Alborada, 1988) |
EL AUTOR Y SU OBRA
DISCUSIÓN Y AUTODIDACTISMO
En el seno de una familia de cinco hermanos, nace el pequeño Charles en París, el día 12 de enero de 1628. Su padre, Pierre Perrault, era abogado, y tan exigente con sus hijos, que todas las noches se tomaba el trabajo de preguntar las lecciones a los niños. Su madre pertenecía a la familia Lecler, de la burguesía media.
El colegio de Beauveais fue el centro elegido por sus padres para cursar los primeros estudios del joven Perrault. Ingresó a los nueve años y permaneció en el colegio durante seis largos años. Una discusión con el profesor de Filosofía, probablemente por motivos religiosos, dio al traste con su vida colegial: abandonó el colegio dando un portazo.
Con este suceso, comienza para Perrault un período de didactismo en el que llegó hasta los clásicos griegos y latinos. Fue en esta época cuando escribió su primera obra: una parodia del libro VI de la Eneida de Virgilio.
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Interior del libro y cubierta del cuaderno Cuentos de antaño, de Charles Perrault (Alborada, 1988) |
ABOGADO, RECAUDADOR Y ACADÉMICO
En 1651, Perrault termina la carrera de Derecho en la Universidad de Orleans y comienza a trabajar como recaudador en la oficina de su hermano Pierre. Diez años más tarde, en 1661, es nombrado por Colbert Inspector general de Obras del Rey. Veinte años permaneció Perrault en el cargo, durante los cuales seguirá ocupado en una política que iba en consonancia con sus aficiones literarias. Se dedica a componer divisas para medallas, inscripciones para monumentos y esculturas, supervisa libro y, claro está, revisa los planos de los arquitectos reales.
Perrault es nombrado académico en 1761 y como tal prologa un Diccionario de la Academia y ayuda a instalar laboratorios en la Biblioteca Real, así como a construir el Observatorio. Entonces, consolidada su posición, se casa con Marie Guichon, joven de diecinueve años; el novio tenía ya 44. La ceremonia se celebró el 1 de mayo de 1672.
Del matrimonio nacieron tres hijos y una hija. Marie muere seis años después de la boda, y es entonces cuando Perrault, viudo, con cincuenta años y cuatro hijos y, sobre todo, cuando unos años después es destituido de su cargo, se dedica de lleno a la educación de sus hijos y a escribir entre otras cosas Histories ou Contes du temps passé.
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Imagen del interior del libro y del cuaderno de trabajo de Cuentos de antaño, de Charles Perrault (Alborada, 1988) |
CUENTOS DE ANTAÑO
LA BELLA EN EL BOSQUE DURMIENTE, CAPERUCITA ROJA, PULGARCITO...
Gracias a Cuentos de antaño, Perrault ha pasado a la historia de la literatura. Si no hubiera sido por esta obra, hubiera pasado más desapercibido. Fueron sus ocho cuentos en prosa, publicados por primera vez en 1697, los que le han elevado al pináculo de la fama.
De estos Cuentos de antaño se han escrito cientos y cientos de páginas y se ha dicho todo: Caperucita, Cenicienta, la Bella durmiente y las Hadas, las Ogresas... han sido objeto de estudios diversos: psicológicos, simbólicos, sociológicos. Así, el Marqués de Carabás saliendo del agua, sería como un símbolo de la salida del sol; las piedrecitas de Pulgarcito, serían la Vía Láctea; el hambre que padeció la población de 1694 a 1695, lo vemos reflejado en El Gato con botas y Pulgarcito.
Para otros, los cuentos son una nueva versión de la mitología griega y latina. Pero, probablemente, si Perrault asistiera a este espectáculo inimaginable para él, tomaría con gusto la palabra para advertirnos cómo leía con placer a los catorce años Las metamorfosis de Ovidio, lo que sería un índice muy revelador. Sea como fuere, los cuentos siempre sorprendentes de Perrault se mantienen tan frescos como el primer día en que se escribieron, hace ya tres siglos.
PERRAULT, Charles. Cuentos de Antaño. Ed. Alborada S.A. (Colección La Locomotora, nº 41), Madrid, 1988. 120 pp. ISBN: 84-7772-009-6 [Trad.: Mª Isabel del Arco / Diseño de cubierta de Batlle-Martí] Perrault fue un autor francés que fijó las bases de un nuevo género literario: los "Cuentos de Hadas". Sus cuentos más famosos fueron incluidos en "Cuentos de Antaño" e incluye "Caperucita Roja", "La Bella Durmiente del Bosque", "El Gato con Botas", "Cenicienta", "Barba Azul", "Pulgarcito".