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ÁFRICA
ÁFRICA PREHISTÓRICA [HOMO SAPIENS] Hablamos de Homo sapiens
para referirnos a la especie humana moderna. Sólo hace dos siglos que
se sabe de la existencia de esta especie y, si no hubiera perdurado
hasta nuestros días, lo hubiera sido otra: quizá los Neandertales (Homo neanderthalensis).
A lo largo de la Historia han vivido más de 6.000 especies de simios
sobre la Tierra, de los cuales, la gran mayoría se ha extinguido. En
nuestros días existen alrededor de 120 especies. Los seres humanos y los
simios modernos tienen antepasados comunes. Algunas de esas especies
ancestrales se desarrollaron y evolucionaron convirtiéndose en los monos
de hoy en día, mientras que otro grupo siguió otra vía evolutiva
diferente y se convirtió en la especie humana actual. Saber qué sucedió y
cómo es una tarea ardua y complicada. Sobre todo porque todo lo que se
conoce es a través de los restos fósiles que se encuentran en los
yacimientos desperdigados por el África oriental. Desde su aparición
hace 200.000 años hasta el momento actual las especies humanas que se
extinguieron y muchas de las especies animales existentes fueron
aniquiladas debido a la efectiva contribución del Homo sapiens [vid.]
ÁFRICA EN LA ANTIGÜEDAD [EGIPTO] El Antiguo o Próximo Oriente incluye territorios históricos tales como Anatolia, Mesopotamia y el Antiguo Egipto. Nos interesa de modo especial su literatura porque preceden en el tiempo a las literaturas germánicas y románicas europeas, escritas en lenguas neolatinas o romances. El nacimiento de las diversas literaturas nos muestra cómo la cultura escrita avanzó en la Antigüedad de Oriente a Occidente. En ocasiones, la Historia ha clasificado a los distintos pueblos asiáticos en un único grupo debido a las características comunes entre ellos, especialmente en cuanto a la creación literaria. Pero a pesar de su valor histórico y documental, las literaturas de los países asiáticos —que alcanzan una antigüedad muy remota y, en la mayor parte de los casos, se transmitieron por tradición oral (y no fue hasta después de siglos que quedaron fijadas por escrito)— enlazan con las literaturas clásicas (caso de la India, a través de Grecia) y las occidentales. Siguen a las literaturas del Antiguo oriente (Anatolia, Mesopotamia, Egipto...), las de Asia oriental/Pacífico (China, Japón, Mongolia, Corea...) y las del sur de Asia (India), otras más próximas a nosotros en el tiempo y en el espacio: la persa, la hebrea y la árabe, que tienen a Asia occidental (Arabia Saudita, Irán, Irak, Israel, Jordania, Palestina, Siria, Turquía...) por centros de expansión. [vid.]
ÁFRICA ACTUALIDAD [SAHARA / SUBSAHARA / SUDÁFRICA] Algunos escritores, al analizar la creación literaria africana, consideran que está marcada por una triple herencia o influencia: los valores autóctonos, el Islam y la cultura occidental. Por ejemplo, la ficción africana se ha enriquecido con el contacto con la narrativa de los paises del norte y la poesía autóctona africana, en Africa Oriental o en las costas del Océano Indico, se han beneficiado de la tradición islámica. Las formas o fuentes literarias tradicionales con influencia en la creación literaria africana contemporanea son principalmente las siguientes: los proverbios, el cuento, la fábula y la narración histórica (a veces por profesionales, como el caso de los griots). La Poesía, oral o escrita, en idioma autóctono o en un idioma extranjero, continúa representando la forma literaria más viva en Africa. El caso más sobresaliente de la pujanza de la poesía es Somalia, donde se convirtió en una arma política antes de la independencia y continuó siendo, ya en la Somalia independiente la forma más popular y aceptada de transmitir todo tipo de creación literaria, crítica política y de costumbres. [vid.]
ÁFRICA EN LA ANTIGÜEDAD [EGIPTO] El Antiguo o Próximo Oriente incluye territorios históricos tales como Anatolia, Mesopotamia y el Antiguo Egipto. Nos interesa de modo especial su literatura porque preceden en el tiempo a las literaturas germánicas y románicas europeas, escritas en lenguas neolatinas o romances. El nacimiento de las diversas literaturas nos muestra cómo la cultura escrita avanzó en la Antigüedad de Oriente a Occidente. En ocasiones, la Historia ha clasificado a los distintos pueblos asiáticos en un único grupo debido a las características comunes entre ellos, especialmente en cuanto a la creación literaria. Pero a pesar de su valor histórico y documental, las literaturas de los países asiáticos —que alcanzan una antigüedad muy remota y, en la mayor parte de los casos, se transmitieron por tradición oral (y no fue hasta después de siglos que quedaron fijadas por escrito)— enlazan con las literaturas clásicas (caso de la India, a través de Grecia) y las occidentales. Siguen a las literaturas del Antiguo oriente (Anatolia, Mesopotamia, Egipto...), las de Asia oriental/Pacífico (China, Japón, Mongolia, Corea...) y las del sur de Asia (India), otras más próximas a nosotros en el tiempo y en el espacio: la persa, la hebrea y la árabe, que tienen a Asia occidental (Arabia Saudita, Irán, Irak, Israel, Jordania, Palestina, Siria, Turquía...) por centros de expansión. [vid.]
ÁFRICA ACTUALIDAD [SAHARA / SUBSAHARA / SUDÁFRICA] Algunos escritores, al analizar la creación literaria africana, consideran que está marcada por una triple herencia o influencia: los valores autóctonos, el Islam y la cultura occidental. Por ejemplo, la ficción africana se ha enriquecido con el contacto con la narrativa de los paises del norte y la poesía autóctona africana, en Africa Oriental o en las costas del Océano Indico, se han beneficiado de la tradición islámica. Las formas o fuentes literarias tradicionales con influencia en la creación literaria africana contemporanea son principalmente las siguientes: los proverbios, el cuento, la fábula y la narración histórica (a veces por profesionales, como el caso de los griots). La Poesía, oral o escrita, en idioma autóctono o en un idioma extranjero, continúa representando la forma literaria más viva en Africa. El caso más sobresaliente de la pujanza de la poesía es Somalia, donde se convirtió en una arma política antes de la independencia y continuó siendo, ya en la Somalia independiente la forma más popular y aceptada de transmitir todo tipo de creación literaria, crítica política y de costumbres. [vid.]
AMÉRICA
NORTEAMÉRICA. América
del Norte o Norteamérica (también llamada América Boreal o Continente
Boreal) es un subcontinente del continente americano que se sitúa
geográficamente en el hemisferio norte y casi por completo en el
hemisferio occidental. Limita al norte con el océano Ártico; al este con
el océano Atlántico; al noreste con Europa septentrional a través de
Groenlandia y al noroeste con el estrecho de Bering —que lo separa de
Asia del Norte, concretamente de Siberia, Rusia; al sureste con el mar
Caribe y al suroeste con el océano Pacífico. Está conectado con América
del Sur por el estrecho puente territorial que representa América
Central, el cual, dependiendo de la región del mundo, se suele
considerar igualmente norteamericano, y otras veces un subcontinente
por cuenta propia. Actualmente, los idiomas más extendidos en América
del Norte son el inglés, el español y el francés. El idioma inglés es la
lengua mayoritaria de Estados Unidos y, en Canadá, es más hablado que
el francés, aunque ambos idiomas son cooficiales en este último
territorio. También es el idioma oficial en las islas Bermudas, que son
una dependencia británica. El idioma castellano, aunque no es oficial en
Norteamérica, es la lengua nacional de México y el segundo idioma más
hablado en los Estados Unidos. El idioma francés históricamente ha
desempeñado un papel importante en América del Norte y se mantiene
presente en varias regiones, siendo el idioma oficial y más hablado de
la provincia de Quebec (Canadá), además de ser uno de los dos oficiales
en la provincia de Nuevo Brunswick. Frente a la costa de Terranova, las
islas de San Pedro y Miquelón son dependencias francesas, y en el estado
de Luisiana (al sur de Estados Unidos) quedan pequeñas comunidades
bilingües (francés e inglés). Más al norte, el groenlandés -desde junio
de 2009- es la única lengua oficial de Groenlandia, un país autónomo del
Reino de Dinamarca, además de ser el idioma más hablado de ese
territorio (el danés, sin ser oficial, es usado en asuntos
administrativos y por una minoría europea). Aunque se han perdido un
gran número de lenguas indígenas desde la conquista europea, todavía se
hablan más de 250 lenguas autóctonas (pertenecientes a más de 40
familias lingüísticas distintas), principalmente en México y los Estados
Unidos. En México, unas 60 lenguas indígenas están reconocidas como
lenguas nacionales cooficiales. En Estados Unidos y Canadá, las lenguas
indígenas no tienen reconocimiento oficial, y la gran mayoría de ellas
son lenguas amenazadas. Además de las lenguas alóctonas de América del
Norte -el inglés, el francés y el español-, en Estados Unidos existe un
gran número de comunidades inmigrantes que siguen usando sus lenguas
originarias. [vid.]
AMÉRICA NATIVA. Los indígenas de América, también llamados aborígenes americanos, amerindios, nativos e indios americanos son los pobladores originarios de América. Ello incluye a sus descendientes, que mantienen su cultura o se reconocen como tales. Algunos autores excluyen de entre los amerindios a los esquimales y a veces también a los pueblos de lenguas na-dené, ya que de acuerdo con la hipótesis amerindia su origen etnolingüístico y llegada a América fue posterior. Los etnólogos calculan que, antes de la llegada de los europeos, Norteamérica estaba ocupada por entre cinco a diez millones de habitantes, que se repartían en diversas áreas culturales en las que vivían pueblos con modos de vida y costumbres diversas que son denominados de manera genérica como indígenas norteamericanos o indios de Norteamérica, y que agrupan al menos unas seiscientas tribus conocidas, aunque en ocasiones se alude genéricamente a todas las tribus aborígenes del territorio con el nombre de “pieles rojas” por el color cobrizo de su piel. En cuanto al tema lingüístico y literario, el continente americano es una de las zonas más diversas en número de idiomas y cantidad de familias de lenguas. Se tiene documentación de cerca de 900 lenguas indígenas diferentes, aunque el número original habría sido mayor y un número de lenguas desaparecieron sin ser documentadas. En la actualidad todavía cerca de 500 lenguas cuentan con hablantes, la mayor parte de ellas con sólo unos pocos miles. La clasificación de filogenética de las lenguas indígenas de América las agrupa en unas 80 unidades bien asentadas, además de más de un centenar de lenguas no-clasificadas más. Las comparaciones de más largo alcance, que pretenden probar el parentesco entre estas familias lingüísticas, es controvertido ya que frecuentemente recurre a técnicas no tan exigentes como el método comparativo estricto. La cultura de los indígenas de América varía enormemente: lenguas, creencias, costumbres, vestimenta... Esto se debe a la extensa distribución de los americanos y a las adaptaciones a las diferentes regiones del continente. [vid.]
AMÉRICA ANGLOSAJONA. La literatura germánica de Alaska, la de los Estados Unidos (XIX / XX) y la inglesa del Canadá (e incluso, en cierta medida, la que se realiza en Australia o en Sudáfrica) pueden estudiarse, bien dentro de la literatura anglosajona, bien como tradiciones literarias aparte. Además de utilizar todas ellas el inglés como lengua vehicular, poseen también, aunque a grandes rasgos, un lenguaje literario cuyas características fundamentales son el frecuente empleo de la polisemia, con el fin de aportar complejidad al texto y dar paso a la ambigüedad radical inherente al contenido de las producciones literarias, frecuente en la poesía; y el uso de múltiples figuras literarias (alegorías, hipérboles, metonimia…), siendo la más utilizada la metáfora. Asimismo, el lenguaje literario en inglés americano se caracteriza también por poseer un contenido abierto, es decir, no limitado más que por el propio deseo del escritor de comunicar su obra. Suelen transmitir, además, mensajes muy potentes que contienen gran cantidad de información objetiva y subjetiva. Otra característica a destacar es el empleo de un lenguaje sonoro y una especial atención a la prosodia o valor del tiempo en la literatura (estructuración temporal de la historia). Y característico es también, dentro del lenguaje literario en lengua inglesa, sin duda, la manipulación de la estructura narrativa para atraer al lector. [vid.]
AMÉRICA FRANCÓFONA. La literatura francesa del Canadá así como la que se desarrolla en la costa norte de Sudamérica: la Guyana francesa —que estuvo habitada originalmente por los grupos indígenas: tipu-guarani, arawak y caribe— (e incluso, en cierta medida, la que se realiza en África, Bélgica o Suiza y, por supuesto, en Francia) pueden estudiarse, bien dentro de la literatura francesa, bien como tradiciones literarias aparte. Además de utilizar todas ellas el francés como lengua vehicular, poseen también, aunque a grandes rasgos, un lenguaje literario cuyas características fundamentales son diversas y muy complejas porque el imperialismo y colonialismo francés en América, África, y el Medio y Lejano Oriente han llevado el idioma francés a culturas no europeas que han ampliado el ámbito tanto geográfico como temático de su literatura actual, enriqueciendo tanto su fondo como su forma. Esta superposición cultural expresada en francés, unida a un duro proceso de descolonización, ha marcado profundamente la literatura francesa del siglo XX, así como el impacto de las dos guerras mundiales, el auge del feminismo y el proceso de afirmación de una nueva identidad francesa criolla en el XXI. [vid.]
NUEVA ZELANDA. En maorí: Aotearoa, «tierra de la gran nube blanca». Es un país de Oceanía, localizado en el suroeste del océano Pacífico y formado por dos grandes islas: la Isla Norte y la Isla Sur, junto a otras muchísimas islas menores, destacándose entre ellas la Isla Stewart y las Islas Chatham. El Reino de Nueva Zelanda también incluye a las Islas Cook y Niue (estados autónomos en libre asociación) y a Tokelau. La capital de Nueva Zelanda es la ciudad de Wellington, situada en la isla Norte. En el 950 de nuestra era el Imperio Tu'i Tonga dominó la mayoría de las islas de Oceanía, en sus comienzos los reyes lograron deshacerse del dominio extranjero y consolidó el poder del imperio en lo que hoy es Tonga. Cerca al año 1200 comenzó su expansión que se dio hasta, aproximadamente el 1500. El imperio conquistó lo que hoy en día se conoce como Fiyi, partes de Samoa y otras islas de la polinesia como las Islas Cook y Niue. La gran habilidad para construir canoas y el buen sistema aplicado a las invasiones facilitó que Tu'i Tonga se estableciera en más islas aún. Cercano al año 1500 se desataron muchos problemas en la realeza del imperio que debilitó su figura en las colonias, que consiguieron mucha autonomía de la corona real y el poder central. En 1799 fue asesinado Tuku'aho, el rey que poseía el poder en ese momento, lo que desató una terrible guerra civil. Ya con la presencia europea la guerra civil terminó de devastar a los dos bandos, dejando al imperio diezmado en manos de la corona británica. [vid.]
ARCHIPIÉLAGOS DE MELANESIA, MICRONESIA Y POLINESIA. Melanesia es una de las veintidós subregiones geográficas en que la ONU divide el mundo con fines estadísticos, y una de las cuatro pertenecientes a Oceanía. Está compuesta por cuatro países, Fiyi, Islas Salomón, Papúa Nueva Guinea y Vanuatu, y un territorio que depende de Francia, Nueva Caledonia. Fue definida, por primera vez, por el explorador francés Jules Dumont d'Urville en 1832. Se extiende desde el occidente del océano Pacífico al mar de Arafura y tiene al sur a Australia, su límite oeste es la línea de Weber (en Indonesia), al norte Micronesia y al este Polinesia. Este término fue propuesto para denominar a un grupo de islas que se consideraba étnica y geográficamente distintas de las de Polinesia y Micronesia. Por su parte, Micronesia está compuesta por cuatro países: Palaos, Estados Federados de Micronesia, Islas Marshall y Nauru. Además incluye tres dependencias de Estados Unidos: Guam, Isla Wake e Islas Marianas del Norte. Cuenta con una población de 340.000 habitantes. La Polinesia (en griego: πολύς, νησος [polís, nēsos], muchas islas) está compuesta por cuatro países: Samoa, Tuvalu, Kiribati y Tonga y por muchas dependencias de países occidentales tales como Polinesia Francesa, Samoa Americana, Islas Cook, Wallis y Futuna, Niue, Tokelau, Islas Pitcairn, Hawái, Isla de Pascua, Atolón Palmyra, entre otras. Está constituida por un grupo de cerca de mil islas situadas en el centro y sur del océano Pacífico. El término fue acuñado por el escritor francés Charles de Brosses en 1756. [vid.]
AMÉRICA NATIVA. Los indígenas de América, también llamados aborígenes americanos, amerindios, nativos e indios americanos son los pobladores originarios de América. Ello incluye a sus descendientes, que mantienen su cultura o se reconocen como tales. Algunos autores excluyen de entre los amerindios a los esquimales y a veces también a los pueblos de lenguas na-dené, ya que de acuerdo con la hipótesis amerindia su origen etnolingüístico y llegada a América fue posterior. Los etnólogos calculan que, antes de la llegada de los europeos, Norteamérica estaba ocupada por entre cinco a diez millones de habitantes, que se repartían en diversas áreas culturales en las que vivían pueblos con modos de vida y costumbres diversas que son denominados de manera genérica como indígenas norteamericanos o indios de Norteamérica, y que agrupan al menos unas seiscientas tribus conocidas, aunque en ocasiones se alude genéricamente a todas las tribus aborígenes del territorio con el nombre de “pieles rojas” por el color cobrizo de su piel. En cuanto al tema lingüístico y literario, el continente americano es una de las zonas más diversas en número de idiomas y cantidad de familias de lenguas. Se tiene documentación de cerca de 900 lenguas indígenas diferentes, aunque el número original habría sido mayor y un número de lenguas desaparecieron sin ser documentadas. En la actualidad todavía cerca de 500 lenguas cuentan con hablantes, la mayor parte de ellas con sólo unos pocos miles. La clasificación de filogenética de las lenguas indígenas de América las agrupa en unas 80 unidades bien asentadas, además de más de un centenar de lenguas no-clasificadas más. Las comparaciones de más largo alcance, que pretenden probar el parentesco entre estas familias lingüísticas, es controvertido ya que frecuentemente recurre a técnicas no tan exigentes como el método comparativo estricto. La cultura de los indígenas de América varía enormemente: lenguas, creencias, costumbres, vestimenta... Esto se debe a la extensa distribución de los americanos y a las adaptaciones a las diferentes regiones del continente. [vid.]
AMÉRICA ANGLOSAJONA. La literatura germánica de Alaska, la de los Estados Unidos (XIX / XX) y la inglesa del Canadá (e incluso, en cierta medida, la que se realiza en Australia o en Sudáfrica) pueden estudiarse, bien dentro de la literatura anglosajona, bien como tradiciones literarias aparte. Además de utilizar todas ellas el inglés como lengua vehicular, poseen también, aunque a grandes rasgos, un lenguaje literario cuyas características fundamentales son el frecuente empleo de la polisemia, con el fin de aportar complejidad al texto y dar paso a la ambigüedad radical inherente al contenido de las producciones literarias, frecuente en la poesía; y el uso de múltiples figuras literarias (alegorías, hipérboles, metonimia…), siendo la más utilizada la metáfora. Asimismo, el lenguaje literario en inglés americano se caracteriza también por poseer un contenido abierto, es decir, no limitado más que por el propio deseo del escritor de comunicar su obra. Suelen transmitir, además, mensajes muy potentes que contienen gran cantidad de información objetiva y subjetiva. Otra característica a destacar es el empleo de un lenguaje sonoro y una especial atención a la prosodia o valor del tiempo en la literatura (estructuración temporal de la historia). Y característico es también, dentro del lenguaje literario en lengua inglesa, sin duda, la manipulación de la estructura narrativa para atraer al lector. [vid.]
AMÉRICA FRANCÓFONA. La literatura francesa del Canadá así como la que se desarrolla en la costa norte de Sudamérica: la Guyana francesa —que estuvo habitada originalmente por los grupos indígenas: tipu-guarani, arawak y caribe— (e incluso, en cierta medida, la que se realiza en África, Bélgica o Suiza y, por supuesto, en Francia) pueden estudiarse, bien dentro de la literatura francesa, bien como tradiciones literarias aparte. Además de utilizar todas ellas el francés como lengua vehicular, poseen también, aunque a grandes rasgos, un lenguaje literario cuyas características fundamentales son diversas y muy complejas porque el imperialismo y colonialismo francés en América, África, y el Medio y Lejano Oriente han llevado el idioma francés a culturas no europeas que han ampliado el ámbito tanto geográfico como temático de su literatura actual, enriqueciendo tanto su fondo como su forma. Esta superposición cultural expresada en francés, unida a un duro proceso de descolonización, ha marcado profundamente la literatura francesa del siglo XX, así como el impacto de las dos guerras mundiales, el auge del feminismo y el proceso de afirmación de una nueva identidad francesa criolla en el XXI. [vid.]
AMÉRICA LATINA. Antes de concretar lo que se entiende por
literatura latina de América, debemos recordar que existen unas culturas
anteriores a la colonización española de América y que reciben el
nombre de precolombinas (mayas, aztecas e incas). El término América
Latina se refiere a la zona de América en donde las
lenguas romances (derivadas del latín) predominan. Se considera, pues,
literatura latinoamericana toda aquella literatura escrita originalmente
en español (Centro y Sur de América), en portugués (Brasil) o en
francés (Guadalupe, Guayana francesa, San Martín...) por autores de los
países considerados como parte de América Latina. La literatura
latinoamericana es muy parecida en su definición a la iberoamericana y a
la hispanoamericana. No obstante, la literatura hispanoamericana es la
categoría más pequeña y sólo abarca las obras que originalmente se
escribieron en lengua española y la iberoamericana abarca tanto la
literatura escrita en español como la redactada en portugués (España y
Portugal, cunas de los dos idiomas, son los países que comprenden la
Península Ibérica). La literatura latinoamericana, la categoría más
grande, abarca todas las obras literarias escritas en lengua romance en
América Latina, y por ello engloba también la iberoamericana e
hispanoamericana, tomando en cuenta, además, al francés. La literatura
latinoamericana no toma en cuenta a las obras creadas en el continente
en: inglés, holandés u otras lenguas. [vid.]
AMÉRICA PORTUGUESA. La literatura de Portugal y la de Brasil (e incluso, en cierta medida, la que se realiza en los territorios de África y el sudeste asiático) pueden estudiarse, bien dentro de la literatura portuguesa, bien como tradiciones literarias aparte. Además de utilizar todas ellas el portugués como lengua vehicular, poseen también, aunque a grandes rasgos, un lenguaje literario cuyas características fundamentales son diversas. [vid.]
AMÉRICA PORTUGUESA. La literatura de Portugal y la de Brasil (e incluso, en cierta medida, la que se realiza en los territorios de África y el sudeste asiático) pueden estudiarse, bien dentro de la literatura portuguesa, bien como tradiciones literarias aparte. Además de utilizar todas ellas el portugués como lengua vehicular, poseen también, aunque a grandes rasgos, un lenguaje literario cuyas características fundamentales son diversas. [vid.]
ASIA
PRÓXIMO ORIENTE. En ocasiones, la Historia ha clasificado a los
distintos pueblos asiáticos en un único grupo debido a las
características comunes entre ellos, especialmente en cuanto a la
creación literaria. Pero a pesar de su valor histórico y documental, las
literaturas de los países asiáticos —que alcanzan una antigüedad muy
remota y, en la mayor parte de los casos, se transmitieron por tradición
oral (y no fue hasta después de siglos que las literaturas asiáticas
quedaron fijadas por escrito)— enlazan con las literaturas clásicas
(caso de la India, a través de Grecia) y las occidentales. El Antiguo o
Próximo Oriente es el término utilizado para denominar las zonas de Asia
occidental y noreste de África de civilizaciones anteriores a la
civilización clásica grecorromana, y que actualmente se denomina Oriente
Próximo u Oriente Medio. Para la misma región, Vere Gordon Childe acuñó
la denominación Creciente Fértil, al definirla como la zona donde
surgió primero la Revolución neolítica (VIII milenio a.C.) y
posteriormente la Revolución urbana (IV milenio a.C.). Son los actuales
países de Irak, parte de Irán, parte de Turquía, Siria, Líbano, Israel,
los Territorios palestinos, Jordania, Arabia Saudita y Egipto. Siguen a
las literaturas del Antiguo oriente (Anatolia, Mesopotamia, Egipto...),
las de Asia oriental/Pacífico (China, Japón, Mongolia, Corea...) y las
del sur de Asia (India), otras más próximas a nosotros en el tiempo y en
el espacio: la persa, la hebrea y la árabe,
que tienen a Asia occidental (Arabia Saudita, Irán, Irak, Israel,
Jordania, Palestina, Siria, Turquía...) por centros de expansión. [vid.]
ASIA CENTRAL. Una de las más importantes y más trascendentes literaturas de Oriente es la Literatura Hebrea. Sus características son la
inspiración divina (revelación), la universalidad, y la vehemencia de la
expresión y riqueza imaginativas. El libro sagrado de los hebreos se llama Torá
y contiene la historia del pueblo hebreo, encargado de mantener, a
través de la historia, la idea infundida en el alma humana, de la unidad
de un Dios único (monoteísmo). Es el texto que contiene la ley y el
patrimonio identitario del pueblo israelita y constituye la base y el
fundamento del judaísmo. Hay pocas obras literarias en el mundo que
hayan ejercido una influencia tan honda y duradera. Comprende los 24
libros del Antiguo Testamento, divididos en tres secciones: la Torá (Pentateuco), Nevi'im (Profetas) y Ketuvim
(Escritos). Este conjunto de libros reúne toda la tradición religiosa,
legal, filosófica y literaria del pueblo hebreo. El valor de la Torá
como obra literaria es enorme, en ella se encuentran expresados los más
diversos sentimientos con admirable concisión y sonoridad: Génesis —
Bereshit (בְּרֵאשִׁית), "En el comienzo" / Éxodo — Shemot (שְׁמוֹת),
"Nombres" / Levítico — Vayikrá (וַיִּקְרָא), "Y llamó" / Números —
Bemidbar (בְּמִדְבַּר), "En el desierto" / Deuteronomio — Devarim
(דְּבָרִים), "Palabras", "Cosas", "Leyes". La
Literatura Rabínica continúa la tradición judaica propiamente dicha y
niega a Cristo su carácter de Mesías. Comenta y estudia la Ley en dos
Obras: el Talmud y la Kabala. [vid.]
ASIA ORIENTAL / PACÍFICO. Ninguna
manifestación literaria queda más materialmente condicionada en su
estudio que la Literatura Asiática de la que ahora nos ocupamos, puesto
que sus manifestaciones dependen directamente de la materialidad que las
condicionó. Y el condicionamiento primero que no por evidente es menos
necesario reseñar es el de la escritura, puesto que ésta no siempre
existió ni apareció para todas las civilizaciones bajo la forma que hoy
la conocemos. No siempre el papel fue la base sobre la que escribir,
dado que no todas las sociedades lo conocían, adaptándose a otra serie
de materiales que ofrece la Naturaleza. Las distintas civilizaciones
debieron ir recurriendo en la Antigüedad a otros materiales como la
piedra, el papiro, el barro o arcilla, la piel, la madera... Estamos,
por tanto, ante las primeras literaturas que el hombre produce y que a
nosotros, de una manera u otra, nos han llegado: con el progresivo grado
de civilización, tal acervo cultural dará lugar —para pueblos que aún
pueden considerarse primitivos, y que luchan por imponerse en su marco
geográfico— a las literaturas clásicas, y no sólo en Occidente, sino
también, y mucho antes, en Oriente: es el punto de partida para toda una
Historia de la Literatura. De
acuerdo con Cao Wenxuan, los primeros documentos de la literatura china
provienen de la dinastía Zhou y la moderna literatura tuvo su origen en
1917 con el inicio de la "Revolución literaria", viendo su fin en 1949
con
la proclamación de la Nueva China. [vid.]
SUDESTE ASIÁTICO. El término “Sudeste Asiático” está traducido directamente del inglés, proveniente de la South East Asia Command
en la Segunda Guerra Mundial, y es una denominación postcolonial de los
territorios conocidos como Indochina (Sudeste Asiático continental) y
las Indias Orientales (Sudeste Asiático insular o archipiélago malayo).
Sudeste Asiático es una de las veintidós subregiones en que la ONU
divide el mundo. Está compuesta por once paísesː Birmania, Brunéi,
Camboya, Filipinas, Indonesia, Laos, Malasia, Singapur, Tailandia, Timor
Oriental y Vietnam. Limita al norte con Asia Oriental, al este con el
Océano Pacífico, el Mar de la China Meridional, Micronesia y Melanesia,
al sur con el Océano Índico que la separa de Australia, al oeste también
con el océano Índico y el Golfo de Bengala, y al noroeste con Asia del
Sur. Comprende dos divisiones: la de Indochina (parte continental) y el
archipiélago malayo también llamado Insulindia (parte insular). Esta
región de Asia es un punto de llegada y de partida de numerosos pueblos,
siendo el que posee mayor diversidad lingüística y étnica. Un número
importante de familias lingüísticas relevantes de Asia parecen haberse
originado en esta región entre ellas, las lenguas sino-tibetanas, las
lenguas austronesias, las lenguas austroasiáticas, las lenguas
hmong-mien o las lenguas tai-kadai. Respecto a la diversidad étnica, en
la región se cruzan poblaciones de fenotipos diversos: el tipo malayo
que viene del sur y de las islas, con el tipo oriental o asiático
oriental que viene del norte y un tipo constituido por negros, de
presencia más antigua en la región y con pequeñas poblaciones que aún
subsisten en Filipinas, Malasia, Tailandia y Andamán. [vid.]
ASIA DEL SUR. Asia del Sur o Asia Meridional es una de las veintidós subregiones en que la ONU divide el mundo. Está compuesta por nueve paísesː Afganistán, Bangladés, Bután, India, Irán, Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka. Sus mayores ciudades son: Delhi, Karachi, Bombay y Daca. Limita al norte con Asia Central y Asia del Este, al este con Sudeste Asiático y la bahía de Bengala, al sur y suroeste con el océano Índico, mar Arábigo, golfo de Omán y golfo Pérsico, y al oeste con Asia Occidental. Es la región más poblada de las seis y geográficamente abarca los países comprendidos entre la meseta iraní (al sur del Amu Darya y de Asia Central) y el subcontinente indio (al sur del Himalaya). Desde un punto de vista cultural Asia del Sur constituye el origen de los pueblos indoarios (también llamados arios) de lenguas indoiranias y se halla rodeado por el mundo árabe, los pueblos túrquicos y el lejano Oriente. A pesar de las características comunes descritas, estos países están escasamente cohesionados. Aunque los idiomas nacionales de todos estos países son lenguas indoeuropeas (excepto en Bután) existen grandes grupos no indoeuropeos especialmente en India. Además la zona se halla dividida entre países musulmanes y países de religiones dhármicas. Los principales enfrentamientos que han desestabilizado la zona son las guerras de Afganistán, el conflicto de Cachemira y la Guerra Civil de Sri Lanka. La Asociación Sudasiática para la Cooperación Regional (abreviado ASACR), establecida el 8 de diciembre de 1985 incluye a las naciones de: Pakistán, India, Afganistán, Bangladesh, Nepal, Sri Lanka, y Maldivas. [vid.]
ASIA DEL SUR. Asia del Sur o Asia Meridional es una de las veintidós subregiones en que la ONU divide el mundo. Está compuesta por nueve paísesː Afganistán, Bangladés, Bután, India, Irán, Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka. Sus mayores ciudades son: Delhi, Karachi, Bombay y Daca. Limita al norte con Asia Central y Asia del Este, al este con Sudeste Asiático y la bahía de Bengala, al sur y suroeste con el océano Índico, mar Arábigo, golfo de Omán y golfo Pérsico, y al oeste con Asia Occidental. Es la región más poblada de las seis y geográficamente abarca los países comprendidos entre la meseta iraní (al sur del Amu Darya y de Asia Central) y el subcontinente indio (al sur del Himalaya). Desde un punto de vista cultural Asia del Sur constituye el origen de los pueblos indoarios (también llamados arios) de lenguas indoiranias y se halla rodeado por el mundo árabe, los pueblos túrquicos y el lejano Oriente. A pesar de las características comunes descritas, estos países están escasamente cohesionados. Aunque los idiomas nacionales de todos estos países son lenguas indoeuropeas (excepto en Bután) existen grandes grupos no indoeuropeos especialmente en India. Además la zona se halla dividida entre países musulmanes y países de religiones dhármicas. Los principales enfrentamientos que han desestabilizado la zona son las guerras de Afganistán, el conflicto de Cachemira y la Guerra Civil de Sri Lanka. La Asociación Sudasiática para la Cooperación Regional (abreviado ASACR), establecida el 8 de diciembre de 1985 incluye a las naciones de: Pakistán, India, Afganistán, Bangladesh, Nepal, Sri Lanka, y Maldivas. [vid.]
EUROPA
EUROPA CLÁSICA. Europa, en particular la Antigua Grecia y su
heredera la Antigua Roma, son la cuna de la cultura
occidental. La caída del Imperio Romano de Occidente, durante el período
de la migración, marcó el fin de la Edad Antigua y el comienzo de una
era conocida como la Edad Media. El Renacimiento con sus consiguientes
humanismo, arte y ciencia, además de la exploración llevaron al "viejo
continente", y finalmente al resto del mundo, a la Edad Moderna. A
partir de este período las naciones europeas desempeñan un papel
preponderante en los asuntos mundiales, desde el siglo XVI en adelante
especialmente, después del comienzo de la colonización. En los siglos
XVII y XVIII, las naciones europeas controlaron por dominación la mayor
parte de
África, América, y gran parte de Asia, y posteriormente también Oceanía.
Actualmente, naciones que ejercen poder hegemónico mundial como Estados
Unidos son el resultado del imperialismo europeo. La Revolución
Industrial, que comenzó en el Reino Unido en el siglo
XVIII, dio lugar a un cambio radical en los ámbitos económico, cultural y
social en Europa Occidental, y posteriormente en el resto del mundo.
Las dos Guerras Mundiales condujeron a una
disminución en el dominio de Europa en los asuntos mundiales cuando los
Estados Unidos y la Unión Soviética tomaron la preeminencia. La Guerra
Fría entre las dos superpotencias dividió Europa a lo largo del Telón de
Acero. La integración europea dio lugar a la formación del Consejo de
Europa y la Unión Europea en Europa occidental, las cuales se han
expandido hacia el este desde la caída de la Unión Soviética en 1991. De
forma convencional y por motivos histórico-culturales es considerada un
continente, tras la delimitación realizada por el geógrafo ruso Vasili
Tatíshchev quien deseaba señalar la pertenencia de Rusia a Europa y a
Asia. Las fronteras de Europa y la población son objeto de controversia,
ya que el término continente puede referirse a un bien cultural y
político o a distinciones fisiográficas. Andreas Kaplan describe a
Europa como «una máxima diversidad cultural en una superficie geográfica
mínima». La definición más extendida es aquella que la define como
situada en la mitad oriental del hemisferio norte, limitada por el
océano Ártico en el norte hasta el mar Mediterráneo por el sur. Por el
oeste, llega hasta el océano Atlántico. Por el este, limita con Asia, de
la que la separan los montes Urales, el río Ural, el mar Caspio, la
cordillera del Cáucaso, el mar Negro y los estrechos del Bósforo y de
Dardanelos. [vid.]
EUROPA MODERNA. Sólo el 3 % de las todas las lenguas del mundo es autóctona de Europa, por lo que el continente es una de las regiones con menos variedad lingüística del mundo. Aun así Europa es una región con cierta diversidad lingüística, ya que existe un elevado número de lenguas regionales, que pertenecen a diferentes grupos filogenéticos. Entre las lenguas europeas están las pertenecientes al grupo indoeuropeo, las del grupo túrquico y las del grupo ugrofinés. Del grupo indoeuropeo son las lenguas bálticas (letón y lituano); las lenguas celtas (bretón, córnico, gaélico escocés, galés, irlandés y manés); las lenguas eslavas (bielorruso, bosnio, búlgaro, checo, croata, eslovaco, esloveno, macedonio, montenegrino, polaco, ruso, serbio, sorabo y ucraniano); las lenguas germánicas (alemán, danés, feroés, flamenco, frisón, inglés, islandés, luxemburgués, neerlandés, noruego y sueco); las lenguas romances (procedentes del latín): aragonés, asturiano, catalán, corso, español, francés, gallego, italiano, ladino, napolitano, occitano, portugués, retorromance, rumano, sardo, siciliano y valón; y, por último, pertenecen al grupo indoeuropeo otras lenguas como el albanés, armenio, griego y romaní. Del grupo túrquico son el azerí, kazajo y turco; del grupo ugrofinés, el estonio, finés, húngaro y lapón (sami). Pertenecientes a otros grupos lingüísticos son el euskera (lengua aglutinante), el georgiano y el maltés. Existen, además, lenguas planificadas como el esperanto (en todos los países del continente), el ido, la interlingua y el volapük. Las lenguas maternas europeas con mayor número de hablantes son el ruso, el alemán, el turco (si se incluye a los más de 70 millones de habitantes de la parte asiática de Turquía), el francés, el inglés, el italiano, el castellano, el polaco, el ucraniano y el serbocroata. No obstante, los procesos migratorios que cobraron importancia a partir de la segunda mitad del siglo XX, hicieron que en Europa se instalaran importantes minorías de personas cuyas lenguas tienen un origen alóctono. Entre las lenguas alóctonas destacan las lenguas de África (en particular de los grupos semítico, bereber y Níger-Congo) y las lenguas de Asia (en particular de los grupos indoiranio y siníticas, que por otra parte también son los grupos más numerosos en la propia Asia). Por países, se aprecia que los países europeos con un pasado histórico colonial destacado tienden a recibir inmigrantes procedentes de sus excolonias, por lo que también se hablan un cierto número de lenguas minoritarias de uso en las excolonias. [vid.]
EUROPA MODERNA. Sólo el 3 % de las todas las lenguas del mundo es autóctona de Europa, por lo que el continente es una de las regiones con menos variedad lingüística del mundo. Aun así Europa es una región con cierta diversidad lingüística, ya que existe un elevado número de lenguas regionales, que pertenecen a diferentes grupos filogenéticos. Entre las lenguas europeas están las pertenecientes al grupo indoeuropeo, las del grupo túrquico y las del grupo ugrofinés. Del grupo indoeuropeo son las lenguas bálticas (letón y lituano); las lenguas celtas (bretón, córnico, gaélico escocés, galés, irlandés y manés); las lenguas eslavas (bielorruso, bosnio, búlgaro, checo, croata, eslovaco, esloveno, macedonio, montenegrino, polaco, ruso, serbio, sorabo y ucraniano); las lenguas germánicas (alemán, danés, feroés, flamenco, frisón, inglés, islandés, luxemburgués, neerlandés, noruego y sueco); las lenguas romances (procedentes del latín): aragonés, asturiano, catalán, corso, español, francés, gallego, italiano, ladino, napolitano, occitano, portugués, retorromance, rumano, sardo, siciliano y valón; y, por último, pertenecen al grupo indoeuropeo otras lenguas como el albanés, armenio, griego y romaní. Del grupo túrquico son el azerí, kazajo y turco; del grupo ugrofinés, el estonio, finés, húngaro y lapón (sami). Pertenecientes a otros grupos lingüísticos son el euskera (lengua aglutinante), el georgiano y el maltés. Existen, además, lenguas planificadas como el esperanto (en todos los países del continente), el ido, la interlingua y el volapük. Las lenguas maternas europeas con mayor número de hablantes son el ruso, el alemán, el turco (si se incluye a los más de 70 millones de habitantes de la parte asiática de Turquía), el francés, el inglés, el italiano, el castellano, el polaco, el ucraniano y el serbocroata. No obstante, los procesos migratorios que cobraron importancia a partir de la segunda mitad del siglo XX, hicieron que en Europa se instalaran importantes minorías de personas cuyas lenguas tienen un origen alóctono. Entre las lenguas alóctonas destacan las lenguas de África (en particular de los grupos semítico, bereber y Níger-Congo) y las lenguas de Asia (en particular de los grupos indoiranio y siníticas, que por otra parte también son los grupos más numerosos en la propia Asia). Por países, se aprecia que los países europeos con un pasado histórico colonial destacado tienden a recibir inmigrantes procedentes de sus excolonias, por lo que también se hablan un cierto número de lenguas minoritarias de uso en las excolonias. [vid.]
OCEANÍA-PACÍFICO
AUSTRALIA. Oceanía es un continente insular de la Tierra
constituido por la plataforma continental de Australia, las islas de
Nueva Guinea, Nueva Zelanda y los archipiélagos coralinos y volcánicos
de Melanesia, Micronesia y Polinesia. Un sector de los expertos
considera que Insulindia también forma parte de Oceanía. Todas estas
islas están distribuidas por el océano Pacífico. Con una extensión de
9.008.458 km², se trata del continente más pequeño del planeta tierra.
En otros modelos continentales, por ejemplo en los de habla inglesa, se
usa Australia (continente) en lugar de Oceanía, pero en este caso su
definición no incluye las islas del Pacífico, así como en otros modelos
se utiliza el término de Oceanía para designar el conjunto de todas las
islas del Océano Pacífico. Por número de personas las cuatro lenguas con
mayor número de hablantes
nativos en Oceanía son el inglés, el tok pisin (criollo), el francés y
el hindi de Fiyi, las cuatro son lenguas con origen alóctono (autóctono
de la región). Las lenguas nativas con mayor número de hablantes son el
samoano, el fiyiano (austronesios) y el enga (papú). Los expertos
consideran actualmente que la clasificación étnica de Australia, las
islas de Nueva Guinea, Nueva Zelanda y los archipiélagos coralinos y
volcánicos de Melanesia, Micronesia y Polinesia es inadecuada, por la
diversidad cultural y lingüística existente en Oceanía. [vid.]
NUEVA ZELANDA. En maorí: Aotearoa, «tierra de la gran nube blanca». Es un país de Oceanía, localizado en el suroeste del océano Pacífico y formado por dos grandes islas: la Isla Norte y la Isla Sur, junto a otras muchísimas islas menores, destacándose entre ellas la Isla Stewart y las Islas Chatham. El Reino de Nueva Zelanda también incluye a las Islas Cook y Niue (estados autónomos en libre asociación) y a Tokelau. La capital de Nueva Zelanda es la ciudad de Wellington, situada en la isla Norte. En el 950 de nuestra era el Imperio Tu'i Tonga dominó la mayoría de las islas de Oceanía, en sus comienzos los reyes lograron deshacerse del dominio extranjero y consolidó el poder del imperio en lo que hoy es Tonga. Cerca al año 1200 comenzó su expansión que se dio hasta, aproximadamente el 1500. El imperio conquistó lo que hoy en día se conoce como Fiyi, partes de Samoa y otras islas de la polinesia como las Islas Cook y Niue. La gran habilidad para construir canoas y el buen sistema aplicado a las invasiones facilitó que Tu'i Tonga se estableciera en más islas aún. Cercano al año 1500 se desataron muchos problemas en la realeza del imperio que debilitó su figura en las colonias, que consiguieron mucha autonomía de la corona real y el poder central. En 1799 fue asesinado Tuku'aho, el rey que poseía el poder en ese momento, lo que desató una terrible guerra civil. Ya con la presencia europea la guerra civil terminó de devastar a los dos bandos, dejando al imperio diezmado en manos de la corona británica. [vid.]
ARCHIPIÉLAGOS DE MELANESIA, MICRONESIA Y POLINESIA. Melanesia es una de las veintidós subregiones geográficas en que la ONU divide el mundo con fines estadísticos, y una de las cuatro pertenecientes a Oceanía. Está compuesta por cuatro países, Fiyi, Islas Salomón, Papúa Nueva Guinea y Vanuatu, y un territorio que depende de Francia, Nueva Caledonia. Fue definida, por primera vez, por el explorador francés Jules Dumont d'Urville en 1832. Se extiende desde el occidente del océano Pacífico al mar de Arafura y tiene al sur a Australia, su límite oeste es la línea de Weber (en Indonesia), al norte Micronesia y al este Polinesia. Este término fue propuesto para denominar a un grupo de islas que se consideraba étnica y geográficamente distintas de las de Polinesia y Micronesia. Por su parte, Micronesia está compuesta por cuatro países: Palaos, Estados Federados de Micronesia, Islas Marshall y Nauru. Además incluye tres dependencias de Estados Unidos: Guam, Isla Wake e Islas Marianas del Norte. Cuenta con una población de 340.000 habitantes. La Polinesia (en griego: πολύς, νησος [polís, nēsos], muchas islas) está compuesta por cuatro países: Samoa, Tuvalu, Kiribati y Tonga y por muchas dependencias de países occidentales tales como Polinesia Francesa, Samoa Americana, Islas Cook, Wallis y Futuna, Niue, Tokelau, Islas Pitcairn, Hawái, Isla de Pascua, Atolón Palmyra, entre otras. Está constituida por un grupo de cerca de mil islas situadas en el centro y sur del océano Pacífico. El término fue acuñado por el escritor francés Charles de Brosses en 1756. [vid.]
REGIONES POLARES
Existen diversos polos (el geográfico, el magnético, el geomagnético y
el de Alaska) en el planeta Tierra. El Polo Norte geográfico es el que
está opuesto al Polo Sur en relación con el eje de rotación terrestre.
Se encuentra en el Océano Ártico, un lugar completamente cubierto de
hielo. El Polo Norte magnético es aquel donde el campo geomagnético de
la Tierra es perpendicular a la superficie planetaria. Este punto es
variable y en los últimos tiempos se ha movido desde Canadá hasta el
Océano Ártico. Se trata del punto Norte de nuestras brújulas. El Polo
Norte geomagnético se calcula usando un patrón matemático basado en una
línea imaginaria que intercepta el eje magnético de la Tierra. Tampoco
es un punto fijo, recientemente se ha movido de Groenlandia a Canadá.
Finalmente, el Polo Norte de Alaska es una ciudad pequeña con pocos
habitantes que se encuentra a cientos de kilómetros al sur de los otros
tres polos norte.
POLO NORTE Los estudios geológicos realizados en los últimos tiempos revelan que en el Polo Norte geográfico se esconde el 20% del total de depósitos de petróleo y gas natural del planeta, así como otros recursos minerales. Estas zonas de gran valor económico pertenecen a los países cuyas costas colindan con el mar Ártico y hay disputas territoriales entre ellos, a saber, Rusia, Dinamarca, Noruega, Canadá y los Estados Unidos. Los científicos creen que en el futuro el Polo Norte se irá cubriendo cada vez más de nubes. Ello, de acuerdo a investigaciones de la NASA, podría acelerar el deshiele de esa región del planeta, con consecuencias devastadoras para su rico ecosistema. Aunque nos parezca siempre que el Polo Norte es una región fría y vacía, carente de atractivos frente a la vida poblada y agitada de las restantes tierras del planeta, lo cierto es que se trata de una zona rica en recursos, poblada de organismos vivos y útil desde el punto de vista geográfico y ambiental, que guarda muchas cosas de las cuales sorprenderse. [vid.]
POLO SUR El término polo sur se refiere normalmente al polo sur
geográfico, el punto más austral de la superficie terrestre, opuesto al
polo norte. Otro «polo sur» existente incluye el polo sur ceremonial, el
magnético y geomagnético, y el polo sur de inaccesibilidad. El polo sur
geográfico se localiza en el extremo austral del planeta Tierra,
equivalente a la latitud 90° S, donde convergen todos los meridianos. El
explorador noruego Roald Amundsen fue el primer hombre en llegar al
lugar, en 1911. La masa polar de hielo se encuentra sobre un glaciar que
se mueve 10 metros cada año, por lo que la posición exacta del polo,
relativa a la masa de hielo, cambia gradualmente con el tiempo. Sin
considerar las Islas Sandwich del Sur, el país más cercano al polo sur
es Chile (3718 km) y la ciudad más próxima es Ushuaia, situada en
Argentina (3910 km). La base de investigación científica Amundsen-Scott,
de los Estados Unidos, se encuentra situada prácticamente en el polo
sur geográfico. [vid.]
POLO NORTE Los estudios geológicos realizados en los últimos tiempos revelan que en el Polo Norte geográfico se esconde el 20% del total de depósitos de petróleo y gas natural del planeta, así como otros recursos minerales. Estas zonas de gran valor económico pertenecen a los países cuyas costas colindan con el mar Ártico y hay disputas territoriales entre ellos, a saber, Rusia, Dinamarca, Noruega, Canadá y los Estados Unidos. Los científicos creen que en el futuro el Polo Norte se irá cubriendo cada vez más de nubes. Ello, de acuerdo a investigaciones de la NASA, podría acelerar el deshiele de esa región del planeta, con consecuencias devastadoras para su rico ecosistema. Aunque nos parezca siempre que el Polo Norte es una región fría y vacía, carente de atractivos frente a la vida poblada y agitada de las restantes tierras del planeta, lo cierto es que se trata de una zona rica en recursos, poblada de organismos vivos y útil desde el punto de vista geográfico y ambiental, que guarda muchas cosas de las cuales sorprenderse. [vid.]
OBRAS
ANÓNIMAS, DE AUTOR Y ANTOLOGÍAS
(Ordenado por geografías)