CIENCIAS EN LA ANTIGÜEDAD
MESOPOTAMIA
El estudio y conocimiento de la naturaleza comenzó en épocas muy remotas. Progresó a partir de una primera inspección del entorno: una mirada al cielo, observación del cuerpo humano y de sus afecciones, primeros intentos de comprender los sucesos y fenómenos naturales. Los pensadores griegos rescataron este conocimiento para acomodarlo a su propio esquema cognitivo. Necesitaron redefinirlo y estructurarlo de nuevo, comprobar su valor de verdad y exponerlo de un modo general. De esta manera conseguían que lo atribuido a un fenómeno determinado lo fuera también a los restantes de su mismo género. A un período de descubrimientos le sucedió otro de formalización teórica, intensificado con nuevos hallazgos y su posterior sistematización. En este seminario vamos a estudiar cómo surgió el pensamiento científico, cuales fueron sus características y cómo logró avanzar hasta constituirse en una verdadera ciencia. Cada una de estas disciplinas será examinada en su propio contexto y cronológicamente, de tal modo que podamos advertir su evolución.
En 1940, Wilhelm Nestle escribió un libro paradigmático (Vom Mythos zum logos) en el que explicaba el origen de la filosofía griega como el tránsito del mito al logos: los pensadores helenos se habrían enfrentado a las inconsistencias y contradicciones con los que la religión tradicional interpretaba los sucesos del mundo, creando un discurso racional y crítico que situaba fuera de la divinidad las causas de los fenómenos. En este seminario proponemos partir de una hipótesis distinta: el pensamiento crítico como resultado de una nueva visión de la naturaleza. Bajo esta perspectiva, cobra especial importancia el análisis de los conocimientos alcanzados por las culturas arcaicas y su contribución al despertar de la ciencia. En este Seminario revisaremos los resultados obtenidos por las civilizaciones arcaicas de Oriente Próximo en el período neolítico, desde la aparición de la escritura hasta la más cercana época de los caldeos y seleúcida; período que abarca unos tres mil años y que termina cuando comienza la cultura griega. Nuestro objetivo consiste en destacar los rasgos y peculiaridades de estos conocimientos, contrastándolos con los posteriormente desarrollados en Grecia a partir del siglo VI a.C. Nos enfrentaremos a algo tan primordial como saber cuál fue el origen de la ciencia y en qué lugar y momento histórico surgió; cuáles fueron sus etapas y cómo se desarrolló. Abordaremos una cuestión todavía candente: si hubo transferencia e intercambio de ideas en el período seleúcida, y no sólo en relación a la astronomía, que sí los hubo, sino también respecto a la medicina y las matemáticas. Los filósofos atenienses, Platón y Aristóteles, señalaron las propiedades que condicionan los enunciados científicos: necesidad y universalidad. Pero no son estos los únicos rasgos esenciales que caracterizan a la ciencia, también su ordenación expositiva, a partir de primeros principios asentados sin demostración.
El paso de unas proposiciones a otras se realiza aplicando un argumento deductivo. La elaboración de un modelo teórico al que ajustar los datos experimentales es otro de los atributos que caracterizan a la ciencia, como la posibilidad de adelantar hipótesis y anticipar fenómenos todavía no acaecidos. Los sabios de las culturas arcaicas poseían todo un conjunto de normas, conceptos y herramientas con los que interpretaban la realidad circundante. A un período de descubrimientos le sucedió otro de formalización, intensificado con nuevos hallazgos y su posterior sistematización. La estrategia a seguir en este Seminario no será descriptiva ni enumerativa, sino temática. Abordaremos cuestiones y problemas surgidos en el interior de las ciencias; indagaremos en su evolución y progreso, así como en el contexto sociocultural en el que se desarrollaron. [La imagen pertenece al Dr. H.A. Hajar Albinali, Golfo Arábigo: la cuna de la medicina (Arabian Gulf: Cradle of Medicine) (inglés); publicación Heart Views, año 2001; 2(1):187-194).]
Paradigmas Científicos de la Antigüedad: La ciencia en Mesopotamia surge con el vasto informe de datos recogidos por los observadores más meticulosos. Primero observan un fenómeno, en segundo lugar constatan la regularidad con que se da, tercero enuncian una hipótesis al respecto y, finalmente, hacen una predicción acerca de lo que sucederá.
Las tres vías o vertientes esenciales que definen el conocimiento científico son:
[1ª] Vía Prescriptiva: Descubrir un determinado fenómeno que se quiere estudiar, lo que, según Tomas Kunt, define un paradigma. [2ª] Vía Empírica: Comprobar con datos la existencia de un fenómeno. [3ª] Vía Confirmativa: Según Karl Poper, consiste en que una hipótesis no es científica a menos que pueda ser falseable.
MEDICINA
Medicina en Mesopotamia: Magia, farmacología y terapéutica
A pesar de que el primer remedio en Mesopotamia para las enfermedades se buscara en la magia y la religión, pues se creía que la enfermedad era un castigo que los dioses mandaban por una ofensa moral, un delito o por la ruptura intencionada o no, de un tabú reconocido, había especialistas en las llamadas artes curativas. Estos expertos observaban los síntomas del paciente, los agrupaban por enfermedades y aplicaban los tratamientos farmacológicos, que normalmente se basaban en mezclas preparadas por ellos a base de sustancias vegetales y minerales que se diluían en agua, leche y, en ocasiones, en cerveza…En este PPT encontramos una panorámica de las prácticas médicas llevadas a cabo en la antigua Mesopotamia, durante los períodos sumerio, paleobabilónico y asirio. La sociedad babilónica estaba fuertemente estructurada y jerarquizada: alrededor del monarca encontramos a los funcionarios, oficiales y escribas. Las ciudades se componían, además, de comerciantes, artesanos, soldados, campesinos y esclavos. Dependiendo del templo, hallamos, no sólo a los sacerdotes y escribas, también a los astrónomos, exorcistas y médicos.
MATEMÁTICA
Matemáticas en Mesopotamia
Incluye: “Matemáticas en Mesopotamia: Geometría y cálculo”, “Lo que cuentan las estrellas: El oficio de los astrónomos en la Antigua Mesopotamia (Introducción, presagios estelares, tratados científicos y conclusión)”, y finalmente “Matemáticas en la antigua Babilonia (Notas históricas, escritura, sistemas de numeración, tablillas matemáticas, la Técnica de calcular números inversos, extracción de raíces cuadradas de números no cuadrados y figuras geométricas regulares)”. Mesopotamia es un contexto privilegiado en el que podemos rastrear el origen y evolución de las matemáticas; esto se debe a la enorme cantidad de documentos escritos en barro que nos han legado las diversas civilizaciones que poblaron su suelo, desde su época más arcaica y remota, hace más de 10.000 años, hasta el período seleúcida o alejandrino, en el que las ciencias griega y babilónica pudieron llegar a confluir.
CARDONA, A. C. Breve historia de la astronomía. Ediciones Nowtilus, S.L., Madrid, 2013. El relato del conocimiento del universo inabarcable, desde la mirada al cielo con el ojo desnudo hasta las sondas enviadas a años luz de la Tierra: una historia que tiene más de 3.600 años de antigüedad. La tarea de resumir más de tres milenios de investigaciones sobre el cielo parece imposible, más difícil aún parece presentarla de modo que pueda ser conocido por cualquier tipo de lector, independientemente del conocimiento del mismo, y de modo que se disfrute con el descubrimiento de los cuerpos que pueblan el espacio y con la historia de los grandes hombres que hicieron avanzar la astronomía hasta sacar al hombre y a la Tierra, del centro del universo y colocarlo en un lugar periférico de una galaxia en la orilla del cosmos. Esta obra emprende esta tarea y consigue, mediante un texto sucinto y ameno, desplegar ante nosotros el universo y todos sus detalles. Su autor parte de la Prehistoria, en la que ya los hombres escrutaban los cielos, conoceremos también la astronomía babilónica, china o en el antiguo Egipto.
YUSTE, Piedad (2013). Matemáticas en Mesopotamia: álgebra, geometría y cálculo. Dykinson, S.L. (Madrid) 248 pp.En este libro la autora trata de analizar la matemática en sus comienzos, desde la creación de los primeros numerales, conceptualmente ligados al objeto que trataban de cuantificar, hasta la invención de reglas y algoritmos a partir de los cuales atender asuntos cotidianos de cálculo numérico y medición de tierras. Hace un breve recorrido a través de su historia, mostrando el inicio de la escritura, la modalidad de enseñanza impartida en las escuelas de escribas, los sistemas de numeración y unidades métricas de uso corriente en el período paleobabilónico (2000 a 1600 a.C.), la especificidad del aprendizaje de las matemáticas, para pasar después a un tema tan complejo como es la interpretación en clave geométrica de los problemas que hoy en día consideramos de naturaleza algebraica: mediante la aplicación de esta metodología, los sabios y técnicos mesopotámicos resolvieron ecuaciones de cuarto y octavo grado, además de otras más sencillas lineales y de segundo grado. Y en relación a la geometría, repasaremos los procedimientos empleados para calcular perímetros, áreas y volúmenes, determinación de líneas transversales, división proporcional de figuras planas y sólidas, etc. Los matemáticos de la Antigua Mesopotamia utilizaron un sistema de numeración sexagesimal y posicional, inspirado, probablemente, en los cómputos realizados para construir sus primitivos calendarios lunares: 12 meses de 30 días solares. Esta notación les permitió eludir fracciones infinitas y encontrar soluciones enteras con más frecuencia que si hubieran utilizado cualquier otra base decimal o mixta. El grado de sofisticación alcanzado por esta ciencia supera en mucho lo que cabe esperar de un conjunto de saberes concebidos únicamente para solventar situaciones concretas y prácticas, hasta tal punto que podemos hablar de teorización al comprobar cómo estos expertos fueron capaces de imaginar problemas y situaciones que iban más allá del normal desempeño de sus funciones administrativas y legales.