NETTEL, Guadalupe. Después del invierno. Anagrama (Col. Narrativas Hispánicas), Barcelona, 2014. |
Hagamos caso omiso a todas esas advertencias que suelen ensuciar los comienzos de mis reseñas —con tantas reticencias a expresar lo que uno piensa, como si fuera, quizá, digno de acallarse— y centrémonos, por un momento, en los magníficos personajes que nos presenta Guadalupe Nettel en su celebrada novela Después del invierno.
Abre la historia una voz en primera persona, la de un individuo que deja traslucir sus prejuicios, frustraciones y no pocas obsesiones. Es, sin duda, alguien que trata de huir del mundo y, si cabe, de sí mismo. ¿Cómo se rompen las personas? ¿Cómo se encuentra uno en un estado tal que lo único capaz de sentir sea un nauseabundo desprecio por el ser humano? ¿Qué empuja a alguien a percibir a la humanidad como una molestia a la par que como mero pasatiempo? Su nombre es Claudio y es uno de los dos personajes principales de esta historia. La otra gran protagonista es Cecilia y no crea el lector que todo el peso recae sólo en ellos porque los secundarios que les acompañan son, también, muy interesantes y difíciles de olvidar. Ella es una mujer joven, tímida, analítica, amante de los cementerios. Una estudiante que se traslada a París para llevar a cabo su tesina. Él, un hombre que ya no se detiene ante nada, al que nada parece importarle… Dará con ella de manera fortuita, en un viaje a la ciudad de la luz.
Image: Extreme Limit Rock
by Jeanne Arthes
A uno le cuesta, como lector, desprenderse de ellos, de sus palabras, de sus pensamientos. A este drama —que, desde su inicio, se presenta desolador, con una especie de impaciencia, a la vez resignada, por soportar lo que acontece— le sangra una herida que no termina de curar ni cerrarse en modo alguno. Su autora consigue no sólo captar nuestra atención desde el principio, sino secuestrarnos durante toda la novela, con la única posibilidad de ser rescatados por la realidad en un intento por pasar a la siguiente página. Ambos protagonistas tienen un pasado, una historia cruel que habiendo marcado sus vidas, define muchos aspectos de su presente; así mismo, las nuevas circunstancias a las que se enfrentan y sus decisiones —que, en buena medida, el azar determina— tomarán derroteros del todo insospechados que les obligarán a replantearse su existencia de una manera completamente distinta. El modo de narrar de Nettel es fascinante. Considero merecido el premio que se le ha otorgado y recomiendo su lectura sin ningún tipo de contemplaciones. Sobre todo me ha cautivado la manera en que se transforma ora en Claudio, ora en Cecilia: sus íntimas formas de ser, de expresarse. Está muy lograda la personal visión que acompaña a cada uno de los personajes y la ambientación, en torno a la música pero también a la lectura y a unos lugares concretos. Es una magnífica historia. Léanla, no se arrepentirán y, llegado el final, no dejen que la primavera de paso al olvido.
NETTEL, Guadalupe. Después del invierno. XXXII Premio Herralde de Novela. Ed. Anagrama (Col. Narrativas Hispánicas), Barcelona, 2014. Claudio, uno de los dos personajes principales de esta historia vive en Nueva York y trabaja en una editorial. Cecilia, el otro personaje principal, vive en París y es estudiante. En el pasado de él hay recuerdos de La Habana y el dolor por la pérdida de su primera novia, y en su presente, la complicada relación con Ruth. En el pasado de ella hay una adolescencia difícil, y en su presente, la relación con Tom, un chico de salud delicada con quien comparte su afición por los cementerios. Será durante un viaje de Claudio a París cuando sus destinos se entrecrucen. Mientras Claudio y Cecilia describen con minuciosidad su día a día en París y Nueva York, ambos dejan traslucir sus neurosis, sus pasiones, sus fobias y las reminiscencias del pasado que dictan sus miedos, dando cuenta de cómo se conocieron y de las circunstancias que los llevaron a gustarse, a quererse y a detestarse de manera intermitente. (Sinopsis: Anagrama)
Guadalupe Nettel (México DF, 1973) Desde la publicación en 2005 de El huesped (obra finalista del Herralde), su carrera literaria no ha hecho más que avanzar y afianzarse. Ha obtenido numerosos reconocimientos, premios y menciones, entre los que cabe destacar los premios Gilberto Owen, Antonin Artaud y Anna Seghers en 2009 por Pétalos y otras historias incómodas, o el III Premio de Narrativa Breve Ribera de Duero en 2013 por El matrimonio de los peces rojos. Nettel ha escrito una novela rotunda, de una ambición e intensidad poco usuales, que ahonda con maestría en su reconocible universo, el de los seres que habitan los márgenes, el extrañamiento, la anomalía. Con ella se consagra definitivamente como una de las voces imprescindibles de la actual narrativa latinoamericana. Image: 7 Seven Stories Press