
AMÉRICA NATIVA. Los indígenas de América, también llamados aborígenes americanos, amerindios, nativos e indios americanos son los pobladores originarios de América. Ello incluye a sus descendientes, que mantienen su cultura o se reconocen como tales. Algunos autores excluyen de entre los amerindios a los esquimales y a veces también a los pueblos de lenguas na-dené, ya que de acuerdo con la hipótesis amerindia su origen etnolingüístico y llegada a América fue posterior. Los etnólogos calculan que, antes de la llegada de los europeos, Norteamérica estaba ocupada por entre cinco a diez millones de habitantes, que se repartían en diversas áreas culturales en las que vivían pueblos con modos de vida y costumbres diversas que son denominados de manera genérica como indígenas norteamericanos o indios de Norteamérica, y que agrupan al menos unas seiscientas tribus conocidas, aunque en ocasiones se alude genéricamente a todas las tribus aborígenes del territorio con el nombre de “pieles rojas” por el color cobrizo de su piel. En cuanto al tema lingüístico y literario, el continente americano es una de las zonas más diversas en número de idiomas y cantidad de familias de lenguas. Se tiene documentación de cerca de 900 lenguas indígenas diferentes, aunque el número original habría sido mayor y un número de lenguas desaparecieron sin ser documentadas. En la actualidad todavía cerca de 500 lenguas cuentan con hablantes, la mayor parte de ellas con sólo unos pocos miles. La clasificación de filogenética de las lenguas indígenas de América las agrupa en unas 80 unidades bien asentadas, además de más de un centenar de lenguas no-clasificadas más. Las comparaciones de más largo alcance, que pretenden probar el parentesco entre estas familias lingüísticas, es controvertido ya que frecuentemente recurre a técnicas no tan exigentes como el método comparativo estricto. La cultura de los indígenas de América varía enormemente: lenguas, creencias, costumbres, vestimenta... Esto se debe a la extensa distribución de los americanos y a las adaptaciones a las diferentes regiones del continente. [vid.]

AMÉRICA FRANCÓFONA. La literatura francesa del Canadá así como la que se desarrolla en la costa norte de Sudamérica: la Guyana francesa —que estuvo habitada originalmente por los grupos indígenas: tipu-guarani, arawak y caribe— (e incluso, en cierta medida, la que se realiza en África, Bélgica o Suiza y, por supuesto, en Francia) pueden estudiarse, bien dentro de la literatura francesa, bien como tradiciones literarias aparte. Además de utilizar todas ellas el francés como lengua vehicular, poseen también, aunque a grandes rasgos, un lenguaje literario cuyas características fundamentales son diversas y muy complejas porque el imperialismo y colonialismo francés en América, África, y el Medio y Lejano Oriente han llevado el idioma francés a culturas no europeas que han ampliado el ámbito tanto geográfico como temático de su literatura actual, enriqueciendo tanto su fondo como su forma. Esta superposición cultural expresada en francés, unida a un duro proceso de descolonización, ha marcado profundamente la literatura francesa del siglo XX, así como el impacto de las dos guerras mundiales, el auge del feminismo y el proceso de afirmación de una nueva identidad francesa criolla en el XXI. [vid.]
AMÉRICA LATINA. Antes de concretar lo que se entiende por literatura latina de América, debemos recordar que existen unas culturas anteriores a la colonización española de América y que reciben el nombre de precolombinas (mayas, aztecas e incas). El término América Latina se refiere a la zona de América en donde las
lenguas romances (derivadas del latín) predominan. Se considera, pues, literatura latinoamericana toda aquella literatura escrita originalmente en español (Centro y Sur de América), en portugués (Brasil) o en francés (Guadalupe, Guayana francesa, San Martín...) por autores de los países considerados como parte de América Latina. La literatura latinoamericana es muy parecida en su definición a la iberoamericana y a la hispanoamericana. No obstante, la literatura hispanoamericana es la categoría más pequeña y sólo abarca las obras que originalmente se escribieron en lengua española y la iberoamericana abarca tanto la literatura escrita en español como la redactada en portugués (España y Portugal, cunas de los dos idiomas, son los países que comprenden la Península Ibérica). La literatura latinoamericana, la categoría más grande, abarca todas las obras literarias escritas en lengua romance en América Latina, y por ello engloba también la iberoamericana e hispanoamericana, tomando en cuenta, además, al francés. La literatura latinoamericana no toma en cuenta a las obras creadas en el continente en: inglés, holandés u otras lenguas. [vid.]
AMÉRICA PORTUGUESA. La literatura de Portugal y la de Brasil (e incluso, en cierta medida, la que se realiza en los territorios de África y el sudeste asiático) pueden estudiarse, bien dentro de la literatura portuguesa, bien como tradiciones literarias aparte. Además de utilizar todas ellas el portugués como lengua vehicular, poseen también, aunque a grandes rasgos, un lenguaje literario cuyas características fundamentales son diversas. [vid.]
AMÉRICA PORTUGUESA. La literatura de Portugal y la de Brasil (e incluso, en cierta medida, la que se realiza en los territorios de África y el sudeste asiático) pueden estudiarse, bien dentro de la literatura portuguesa, bien como tradiciones literarias aparte. Además de utilizar todas ellas el portugués como lengua vehicular, poseen también, aunque a grandes rasgos, un lenguaje literario cuyas características fundamentales son diversas. [vid.]