SIGLO VI a.C.
"A la vista de este espectáculo, el jefe de los ladrones comprendió de qué manera tan atroz habían perecido sus hombres, y, dando un salto prodigioso, alcanzó la cima del muro, se descolgó a la calle, y dando sus piernas al viento se perdió en la oscuridad de la noche. En este momento, Sherezade vio que amanecía y, discreta, se calló."
Alí Babá (Frag. de Las mil y una noches), de autor desconocido
Trad. de Graciela Montes
La literatura árabe (en árabe ,الأدب العربي; Al-Ádab Al-Árabi) es el conjunto de textos literarios escritos en lengua árabe; no es habitual, por tanto, incluir las obras que están escritas usando el alfabeto árabe pero no el idioma, como es el caso de la literatura persa y de la literatura en lengua urdu. La palabra árabe usada para literatura es adab, que deriva de una palabra que significa "invitar a alguien a comer" y que implica matices de cortesía, cultura y enriquecimiento personal. La literatura árabe emergió en el siglo VI, conservándose de fechas anteriores solo algunos fragmentos. La expansión del pueblo árabe a lo largo del siglo VII y VIII lo llevaron a ponerse en contacto con una gran variedad de pueblos, lo que afectaría a su cultura. Lo más significativo para la literatura fue el contacto con la antigua civilización persa. La Literatura Árabe, esencialmente moderna, contiene poesía muy bella y natural, pero saturada de sensualidad y de pasiones tumultuosas, en obras religiosas, literarias y filosóficas de gran profundidad. La sorprendente fantasía del pueblo árabe antiguo está representada en los cuentos y fábulas populares de gran variedad. El movimiento de renovación se ha extendido también a otros géneros: Historia y crítica literaria, novela y teatro.
Mahoma (siglo VI a.C.) era oriundo de la meca; profeta y legislador religioso, además de poeta lírico; fundador del Islamismo y figura capital de la literatura árabe. Sus enseñanzas constan en un libro llamado El Corán o Alcorán (la lectura). Formado por dos partes diversas: la religiosa o teológica y la literatura o poética.
Filosofía: Fue especialmente el campo de la filosofía en donde los árabes dejaron su más honda huella. Avicena y Alfarabí en la corte de Bagdad, Averroes y Avempace en la de Córdoba, son las cuatro columnas sobre las cuales se sostiene el edificio grandioso del pensamiento árabe. Sucesores y comentadores de Mahoma.
Hairi, admirable poeta épico y fantástico, autor de Mokame, bellísima colección de gacelas o Kasidas (canciones voluptuosas). Las Mil y Una Noches es la obra maestra de fantasía y de interés escrita en un estilo brillante y netamente oriental, de diversos autores; colección de cuentos fascinantes. Lockman fue un famoso fabulista árabe. Dejó varios libros de Fábulas y apólogos. Khalil Gibran (1890 – 1931) fue un escritor contemporáneo de pensar elevado, místico y hondamente humano. Sus obras fueron Las alas rotas, Lágrimas y sonrisas, Las almas rebeldes, Las doncellas del prado, El profeta, El precursor, Espumas y arenas, Los dioses de la tierra.
ÉPOCA ISLÁMICA
La literatura árabe puede ser las literaturas orientales, ya que, en realidad, se inicia en el siglo MI, de nuestra era, con la aparición de MAHOMA y su libro El Coran. Los siglos anteriores son denominados época en el desierto, y sus poetas -que s gllos apitalidad, el ho- modelos— cantan el amor, la guerra la v^da del -desiertao¿ lan P ñor o' la venganza. Se conserva el nombre de siete <le es P muwashahas pasaron a adornar los muros del templo de la
Mahoma.
y que viene a ser una amalgama de cristianismo y judaismo, es la obra más importante de la prosa árabe.
Períodos de la literatura árabe en Oriente.
Los sucesores de Mahoma, consagrados a la guerra logran una inmensa expansión territorial del mundo islámico, que alcanza desde el Océano Pacífico hasta el Atlántico. del mundo árabe a Bagdad. Esta dinastía alcanza su mayor esplendor en la época de]i califa Harum al-Raschid (786-809), durante la cual se supone fue hecha Id recopilación de historias y cuentos de diversas procedencias —persas sobre todo— titulada Las mil y una noches, sin duda la obra narrativa más famosa de la literatura árabe.
LITERATURA AFRICANA EN ÁRABE. La primera literatura indígena en el norte de África se sitúa en el Antiguo Egipto, cuya literatura ha sobrevivido en escritura jeroglífica. Los norteafricanos contribuyeron también con el idioma fenicio, el idioma griego y el latín. Se ha perdido la mayor parte del material fenicio, procedente de Cartago y otras colonias en el continente. El término literatura africana hace referencias a la creada por los pueblos de África. Tal y como indica George Joseph en la primera página del capítulo dedicado a la literatura africana en su obra Uderstanding Contemporary Africa, mientras la idea europea de literatura generalmente hace referencia a los textos escritos, en África este concepto incluye también la literatura oral. Tal y como indica Joseph, mientras que la visión de los europeos separa a menudo arte y contenido, el concepto africano es inclusivo: la literatura puede implicar un uso artístico de las palabras motivado por un interés al arte. Sin negar la importancia de la estética en África, debemos tener claro que, tradicionalmente, los africanos no separan de un modo radical arte de educación. En lugar de escribir o cantar por la propia belleza, los escritores africanos, tomando ejemplo de la literatura oral, utilizan la belleza para ayudar a comunicar verdades importantes e información a la sociedad. Bajo el patronazgo real de Tolomeo, los estudiosos de Alejandría organizaron la Biblioteca de Alejandría y los escritores alejandrinos contribuyeron a incrementar el material conservado en la institución. Escritores norteafricanos en latín incluyen a Apuleyo y Agustín de Hipona. Durante el periodo islámico, norteafricanos como Ibn Jaldún consiguieron destacar dentro de la literatura árabe. [vid.]
LITERATURA EUROPEA EN LENGUA ÁRABE. Literatura arábigo-española. Invadida España por los árabes en el año 711, pronto logran con¬quistar gran parte de la Península. Durante los dos primeros siglos de su dominación, Córdoba, capital del Cali¬fato, constituye un centro cultural de excepcional importancia, que trata de imitar y superar a Bagdad. Pero es al desmembrarse el califato en multitud de reinos de taifas cuando surge una cultura arábigo-española con caracteres propios. Sevilla, Granada, Almería, Zaragoza o Badajoz, en noble competencia intelectual, atraen a sus cortes numerosos poetas, filósofos e historiadores, lo que da lugar a un brillante renacimiento de la literatura árabe. En Sevilla destaca el propio rey AL-MUTAMID (s. XI), del cual, más que los poemas de su época feliz, interesan sus elegías desde la prisión y el destierro. Otro poeta famoso es ABUL-BEKA (S. XIII), autor de una elegía a la pérdida de Ronda, que Juan Valera tradujo en estrofas manriqueñas. La convivencia entre árabes y cristianos (mozárabes) dio lugar a mutuos inñujos entre las respectivas poesías populares, que tendrán una trascendental importancia para los orígenes de la lírica en los rei¬nos cristianos de España, Francia, Portugal e Italia. A ello aludiremos más adelante. La Filosofía. Si la poesía logra un intenso cultivo en la España árabe, mayor to¬davía es el desarrollo que alcanzan los estudios filosóficos. Su iniciador fue el cordobés Abén MASARRA (s. x), seguido muy pronto de otros grandes filósofos como Abén AZAM (S. XI), de Córdoba, autor de Los ca¬racteres y la conducta y de un bellísimo estudio sobre el amor, titulado Collar de la paloma-, del zaragozano AVEMPACE (S. XII), primer comentarista de Aris¬tóteles, que escribe, entre otras obras, su Régimen del solitario; de Abén To- FAIL (s. XII), de Guadix, autor de la novela filosófica El filósofo autodidacto-, del cordobés AVERROES (S. XII), el más importante de los pensadores árabes, que comentó ampliamente el pensamiento aristotélico, al mismo tiempo que es¬cribió tratados originales como su libro sobre la Armonía entre la ciencia y la religión-, del murciano ABENARABI (s. XIII), que puede ser considerado como místico dentro de la filosofía árabe, por su libro Revelaciones de la Meca. [vid.]
LITERATURA ASIÁTICA EN ÁRABE. La primera literatura indígena en el norte de África se sitúa en el Antiguo Egipto, cuya literatura ha sobrevivido en escritura jeroglífica. Los norteafricanos contribuyeron también con el idioma fenicio, el idioma griego y el latín. Se ha perdido la mayor parte del material fenicio, procedente de Cartago y otras colonias en el continente. El término literatura africana hace referencias a la creada por los pueblos de África. Tal y como indica George Joseph en la primera página del capítulo dedicado a la literatura africana en su obra Uderstanding Contemporary Africa, mientras la idea europea de literatura generalmente hace referencia a los textos escritos, en África este concepto incluye también la literatura oral. Tal y como indica Joseph, mientras que la visión de los europeos separa a menudo arte y contenido, el concepto africano es inclusivo: la literatura puede implicar un uso artístico de las palabras motivado por un interés al arte. Sin negar la importancia de la estética en África, debemos tener claro que, tradicionalmente, los africanos no separan de un modo radical arte de educación. En lugar de escribir o cantar por la propia belleza, los escritores africanos, tomando ejemplo de la literatura oral, utilizan la belleza para ayudar a comunicar verdades importantes e información a la sociedad. Bajo el patronazgo real de Tolomeo, los estudiosos de Alejandría organizaron la Biblioteca de Alejandría y los escritores alejandrinos contribuyeron a incrementar el material conservado en la institución. Escritores norteafricanos en latín incluyen a Apuleyo y Agustín de Hipona. Durante el periodo islámico, norteafricanos como Ibn Jaldún consiguieron destacar dentro de la literatura árabe. [vid.]
BIBLIOGRAFÍA
VERNET, Juan. Literatura árabe. Acantilado, n.º 59, Barcelona, 2002.