Cubiertas del libro y el cuaderno de El viejo y el mar, de Ernest Hemingway (Alborada, 1987) |
Ernest Hemingway (1898-1961) nació en un suburbio de Chicago (Illinois). Desde niño, el escritor conoció experiencias intensas al acompañar a su padre, médico cirujano, unas veces en su trabajo sanitario entre los indios y otras en cacerías por las regiones septentrionales de Michigan. El joven Ernest se convirtió, así, en un cazador y pescador experto y asimiló plenamente una formación realista y nada puritana. En la escuela fue buen estudiante, aunque donde más destacó fue en los deportes: boxeo, natación... e igualmente en teatro, en la orquesta y en el periódico escolar. Los Estados Unidos durante el siglo XIX, pasada la guerra de Secesión, están orientados por el progreso de la revolución industrial. Los Estados del norte quedan en manos de una generación para la que el dólar es un dios, el trabajo un culto y la adquisición de una fortuna representa la virtud y el patriotismo. En 1917, a la edad de 19 años, Ernest Hemingway se inicia como reportero en el periódico Star de Kansas y, al año siguiente, se alista voluntario para la guerra europea en el frente italiano. La experiencia bélica le haría comprender el valor de la vida y quedaría reflejada en varias de sus novelas. Vuelve a América en 1919 y se dedica ala periodismo. Aparte de su labor periodística, en París comienza a publicar sus primeras obras: Three Stories and Ten Poems (1923) y In Our Time (1925).
Imagen del interior del libro y del cuaderno de trabajo |
El viejo y el mar está considerada en la novelística contemporánea como una de las obras que mejor simboliza la tragedia del hombre de nuestros días. Su aparición en 1952 fue un éxito fulminante que se manifestó en los millones de lectores que tuvo enseguida, la buena acogida de la crítica, y los premios que recibiera su autor: Premio Pulitzer en 1953 y Premio Nobel en 1954. El argumento de este relato está basado en un hecho real conocido por el escritor y que ya había contado brevemente en crónica periodística muchos años antes. En una aldea próxima a La Habana un viejo pescador se sustenta con lo que gana en su oficio. En su juventud fue un mozo fuerte y vigoroso y aún conserva algo de su destreza y energía. A pesar de todo, lleva muchos días sin pescar nada, por lo que el muchacho que le acompaña y a quien ha enseñado el oficio, se ve obligado a abandonarle. Un día, al rayar el alba, el viejo camina hasta la orilla, coge su barca y se hace a la mar...
El viejo y el mar es uno de los relatos más bellos jamás escritos. Una narración corta en la que, de forma muy sencilla y con una técnica clásica, el escritor nos presenta una pequeña anécdota que se convierte en símbolo de la lucha por la vida y de los afanes de la humanidad. Un viejo pescador emprende su última travesía de pesca y lograr dar con una gran pieza contra la que tendrá que luchar duramente. Cuando por fin consiga matarla, se verá obligado, por su desmesurado tamaño, a atarla a un costado de la barca, y de regreso a la costa tendrá que afrontar los ataques de los tiburones a su pieza. La vejez, el mar, la lucha del hombre con la naturaleza, el esfuerzo físico, la derrota y la victoria, el sol del trópico o el destino son algunos de los elementos con que Hemingway teje esta verdadera historia inmortal.
El estilo de Hemingway es ágil, tenso y dinámico, como corresponde a un periodista de profesión. La economía expresiva será otra de sus características que, unida a sus experiencias de cronista de guerra, resulta el narrador de las emociones simples (primarias) y elementales, del peligro, la violencia, la atracción física, la caza, la pesca y, en algunas de sus obras, la tauromaquia. Pero, a última hora, todo en su obra suele acabar en fracaso y tragedia: sus héroes o antihéroes ya están desde el principio minados por la fatalidad, e incluso por el miedo, mal escondido en sus violencias y bravatas. Tras algunos relatos, de poco éxito en su momento y donde no aportaba nada estilísticamente, Hemingway publica El viejo y el mar, obra breve, con un estilo peculiar, bastante diferente de todo lo escrito hasta el momento. Fue su obra de mayor éxito en aquellos años y en ella destaca la narración continuada de principio a fin, técnica frecuente en la novela del siglo XX.
HEMINGWAY, Ernest. El viejo y el mar. Ed. Alborada S.A. (Colección La Locomotora, nº 11), Madrid, 1987. ISBN: 84-7772-024-X [Diseño de cubierta de Batlle-Martí / Dibujo de cubierta: Iglesias-Gallego / Traducción: Lino Novas] "Era un viejo que pescaba solo en un bote en el Gulf Stream y hacía ochenta y cuatro días que no cogía un pez. En los primeros cuarenta días había tenido consigo a un muchacho. Pero después de cuarenta días sin haber pescado..."