Prehistoria I: primeras etapas de la humanidad


EL SER HUMANO: HISTORIA DE UNA ESPECIE
El término Prehistoria se asentó sobre fuentes conformadas por restos materiales dejados por el ser humano con anterioridad a los tiempos históricos, es decir, la escritura. Dichos restos se encuentran en antiguos lugares de habitación o culto, minas, sepulturas, campos y caminos. A este período de la vida humana anterior a todo documento escrito se lo conoce sólo por determinados vestigios (instrumentos, huesos humanos o animales, etc.) y se estructura cronológicamente en varios períodos sucesivos: Paleolítico, Mesolítico, Neolítico, Edad de Bronce y Edad de Hierro.
I
EL ESTUDIO DEL PASADO PREHISTÓRICO
1. Introducción al estudio del pasado prehistórico
1.1. Prehistoria y Arqueología
       — El origen de la Arqueología prehistórica
1.2. Los yacimientos arqueológicos
1.3. Métodos de prospección y excavación
1.4. Cronología absoluta y cronología relativa
1.5. La reconstrucción histórica a partir de la Arqueología
       — Entorno, economía, estructura social y sistemas de pensamiento
1.6. Corrientes teóricas en la reconstrucción arqueológica
 II
ORÍGENES HUMANOS
2. Orígenes humanos
2.1. La hominización
      — Los procesos de aparición del género humano en el conjunto de la evolución de los grandes primates
2.2. La salida de África y el poblamiento de Eurasia
       — La conquista de la Tierra
2.3. Europa después del 500.000
       — Homo heidelbegensis
2.4. Los neandertales
       — Dispersión, desarrollo y extinción
III
LOS HOMO MODERNOS
3. Los Homo modernos
3.1. El origen de Homo sapiens en África 
3.2. La expansión de los humanos modernos
3.3. Los cazadores–recolectores del Paleolítico superior
3.4. El arte paleolítico
3.5. Los últimos cazadores–recolectores al inicio del Holoceno


I
EL ESTUDIO DEL PASADO PREHISTÓRICO
El término Prehistoria aparece en latín por vez primera en contextos académicos de Historia natural. Las fuentes de las que se nutre esta disciplina son los restos materiales dejados por el hombre con anterioridad a los tiempos históricos. Se encuentran en antiguos lugares de habitación o culto, minas, sepulturas, campos y caminos. La Prehistoria es el período de la vida humana anterior a todo documento escrito y se conoce sólo por determinados vestigios (instrumentos, huesos humanos o animales, etc.) Se estructura cronológicamente en varios períodos sucesivos: Paleolítico (Superior, Medio e Inferior), Mesolítico, Neolítico, Edad de Bronce y Edad de Hierro. No fue hasta el año 1950 cuando conocimos la base temporal de los materiales (estratos). Las secuencias estratigráficas son las que la dan a conocer. A partir de la Paleografía (técnica de leer las inscripciones y escritos antiguos, determinando su origen, período, etc.) y la Paleontología (ciencia que trata de los seres orgánicos cuyos restos se encuentran fósiles) se conocen e identifican las fases temporales en que se divide la Prehistoria. A medida que avanzaba el siglo XIX aparecieron nuevos descubrimientos de yacimientos, fauna, etc., y todo esto dificultó su clasificación temporal. 
La base de la cronología relativa se fundamenta en que la secuencia relativa pasa a secuencia cronológica de estratos cuando a un punto de esta secuencia puede atribuírsele alguna fecha concreta del calendario. Los calendarios pertenecen, por tanto, a la cronología relativa. Pueden precisar el orden de los acontecimientos, pero no miden el tiempo. En principio no había calendarios, existían grupos seminómadas de gran movilidad debido a su condición de ganaderos (a fines de septiembre y principios de noviembre se daban las Ferias de ganado). Posteriormente apareció la agricultura y los grupos se hicieron sedentarios. La aparición de los primeros calendarios va ligada a la producción agrícola (en Mesopotamia) y es debida a ese sedentarismo. Si se plantaba antes de la fecha prevista podía ocasionarse la pérdida de toda la cosecha. 
La Prehistoria termina con formaciones sociales asociadas a los primeros imperios antiguos y la escritura, que tienen como función dejar constancia de hechos determinados y servir de instrumento para ejercer el control cuando las sociedades se hacen más complejas. Pero en principio, la escritura se limitaba a las cuentas y registros de propiedad y se reseñaban las actividades de carácter ritual. Pero la escritura no es, sin embargo, un factor determinante. La Prehistoria se vio en principio envuelta por un halo mitológico para ser explicada. Surgieron teorías que se apoyaban en la hitos, tratando de encontrar los orígenes del hombre.
El estudio de la Geología (ciencia que estudia la composición y estructura interna de la Tierra) a partir del siglo XVIII aportaría datos (testimonios materiales, fósiles) que revelarían la mayor antigüedad del hombre. La extinción de animales llevó a los investigadores a descubrir que la Historia de la Humanidad y la Historia en sí eran más antiguas de lo que se había pensado y probaron que el texto bíblico (en el cual se habían basado todas las investigaciones y explicaciones anteriores) no podía, sin embargo, explicar el comienzo de la Historia del planeta Tierra ni el origen del hombre, porque su explicación se basaba fundamentalmente en catástrofes ocurridas en el pasado. En el siglo XIX se descubrió la gran antigüedad de los vestigios humanos al demostrarse la contemporaneidad de útiles humanos y fósiles de especies animales ya desaparecidas (testimonios materiales). Desde entonces los estudios prehistóricos han adquirido un notable desarrollo, y la nueva ciencia se halla ya firmemente establecida. La investigación prehistórica se basa en el Trabajo de Campo del profesional (excavación). En las excavaciones de los yacimientos prehistóricos la observación cuidadosa de las circunstancias que rodean el hallazgo de los objetos es tan fundamental como el estudio del objeto mismo (tipología).
Según los estudios de los biólogos moleculares, nuestro linaje se separó de la línea de los chimpancés hace entre 7 y 9 Ma. Estos biólogos han calculado ese intervalo por medio de sus relojes moleculares. El fundamento de dichos relojes consiste en que la diferencia genética entre dos especies, como la humana y los chimpancés, debería estar en función del tiempo transcurrido desde que se produjo la separación de una y otra línea. Hace 2,5 Ma. comenzó la Prehistoria en África oriental, se descubrieron objetos de manera repetitiva, testimonios materiales que servían para realizar determinadas funciones y requerían para su elaboración cierto nivel de inteligencia.
La capacidad de manipular objetos naturales para utilizarlos con una finalidad concreta es común tanto en los chimpancés como en el ser humano. Sin embargo, fabricar instrumentos para elaborar a su vez otros instrumentos, eso es específico del ser humano. Aquí es donde se da el cambio radical entre chimpancés y humanos. Otra característica propia del ser humano, es su capacidad de expansión y de adaptación. Charles Lyell se basó en causas actuales de erosión y sedimentación para explicar los procesos acumulativos que originaron el cambio terrestre. Así en el siglo XIX surgen las primeras creencias sobre los orígenes del mundo que no se basan en la teoría de que todos los seres vivos han nacido iguales. Se relacionó la aparición del hombre con un primitivismo actual (estudio de pueblos primitivos actuales: bosquimanos) Comienzan a conocerse mejor debido a la expansión colonial europea de fines del XIX y a yacimientos encontrados en Lartet (Francia).
Naturalista británico. Charles Darwin (1809-1882) estudió en Edimburgo y Cambridge. En 1831 participó como naturalista en una expedición que visitó América del Sur y las islas del Pacífico. Las observaciones que realizó en este viaje son la base de sus obras. De 1840 a 1843 aparecieron sus notas de viaje: Zoología del viaje del “Beagle” (el barco en el que realizó su viaje). En 1859 publicó su obra más conocida: “El origen de las especies”. Obtuvo un éxito enorme y modificó totalmente la biología de la época. Sus teorías revolucionaron la ciencia, pero también dieron lugar a algunas confusiones. Por ejemplo, algunos creían que Darwin había dicho que “el hombre desciende del mono”, y fueron muchos los que se dedicaron a buscar especies con formas intermedias entre el hombre y los chimpancés actuales, naturalmente sin encontrar ningún resultado. Darwin nunca dijo tal cosa, de hecho el único fósil humano conocido en su época (1856) fue el “hombre de Neandertal”. Lo que sí afirmó Darwin fue que el hombre actual y los chimpancés y gorilas actuales tienen un antepasado en común. Hoy día, algunos investigadores coinciden en que los seres humanos modernos y los neandertales, a pesar de tener diferencias anatómicas y genéticas, llegaron a relacionarse de forma física. Los encuentros sexuales pudieron producirse cuando el Homo sapiens llevó la tecnología del Paleolítico superior en su migración fuera de África. El cruce favoreció nuestra evolución y nos hizo más fuertes gracias a la introducción de nuevas variantes de genes del sistema inmunológico, esenciales para que el cuerpo pueda reconocer y destruir los patógenos. Estos genes, los HLA, son algunos de los más variables y flexibles de nuestro «código de barras». Nos permiten, por ejemplo, sobreponernos a un vulgar catarro. Los antígenos se extendieron entre los descendientes de las poblaciones mezcladas en Europa y Asia. Mediante la Teoría de la  Evolución, Charles Darwin (El origen de las especies, 1850 / El origen del hombre, 1870), explicaba que los seres vivos no habían sido siempre iguales, que se habían producido cambios en su descendencia debido a la lucha por la vida, la supervivencia de cada especie. Lo cual la permitiría reproducirse gracias a su capacidad de adaptación [basado en la teoría de la selección natural que tiene sus orígenes en el Librecambismo (competencia entre seres vivos)]. En el siglo XX se formó la idea de que la Historia de la humanidad no se podía medir con precisión y que la ocupación humana estaba relacionada con una progresión tecnológica. La investigación arqueológica: Consiste en relacionar objetos materiales con la sociedad que los produjo. La mayoría de los testimonios materiales de las acciones humanas desaparecen sin dejar rastro y queda un escaso número de objetos. Sólo sobreviven los no perecederos y aquellos que se han conservado en condiciones especiales como la falta de oxígeno en pantanos (Neuchâtel, en Suiza), la congelación o la extrema sequedad. Los objetos recuperados en los yacimientos aparecen ordenados. Un orden que refleja el tiempo y el espacio, definido x las actividades originales realizadas y desarrolladas en el yacimiento, y x la forma del yacimiento: repentino, intencionado, gradual o alteraciones posteriores del mismo. Es preciso saber leer esos factores, recuperar los objetos y concretar el orden espacial en que se encuentran depositados.  
Hallazgos de fósiles, paralelos a hallazgos de hachas pulimentadas del Neolítico en Europa: se llaman “piedras del rayo” porque se creía que aparecían allí donde caía un rayo. A fines del siglo XVIII y principios del XIX dos arqueólogos (Freire, en Londres y Boucher de Perthes, en Francia) encuentran el mismo tipo de testimonios materiales: animales extinguidos (rinocerontes, hipopótamos…) en Somme y el río Támesis. También objetos de sílex que interpretan como armas de caza prehistóricas. Al ser encontrados cerca de restos animales ya fosilizados, se llegó a la conclusión de que el hombre tenía un pasado prehistórico.
A mediados del siglo XIX la Arqueología se convierte en una ciencia y toma plena consciencia de sus objetivos. Los monumentos y los restos materiales se separan de la mirada humanista. El objeto es valorado individualmente y se valorarán los datos, y los objetos para conocer la historia. La importancia de la Arqueología iba creciendo al mismo tiempo que las fuentes antiguas. La actividad arqueológica dejaba de ser para aficionados: necesidad de formar a profesionales con una técnica especializada. Se presentan desapasionadamente los hallazgos, con objetividad y sin improvisación. Hasta principios del siglo XIX la Arqueología trabajará sola, y a medida que vaya difundiéndose y forme científicos en la disciplina, aprenderá a trabajar en equipo. La Arqueología pasa a ser una disciplina universitaria en la Europa de mediados del siglo XIX. Las misiones arqueológicas organizadas comienzan a ser normales, se deja de lado la misión individual. Los arqueólogos necesitan el apoyo de expertos en otras disciplinas (arquitectos, topógrafos, dibujantes, restauradores…) esto no quiere decir que en el siglo XIX todas las excavaciones fueran así, todavía había de las otras. Pero las grandes excavaciones se hacían así. Todas estas misiones no habrían sido posibles sin los grandes recursos económicos de los gobiernos que financiaban las excavaciones. El gran interés se centró en las civilizaciones de Próximo Oriente (Egipto, la civilización sumeria, la asiría…)
Nace también la arqueología prehistórica y con ella la primera cronología del pasado. Se dio sobre todo al norte de Europa, donde las nuevas técnicas permitieron adaptar la disciplina. Se lleva a cabo entonces el primer estudio de la Prehistoria. Christian Jürgensen Thomsen (1788–1865), arqueólogo e historiador danés, es nombrado en 1816 director del museo de Copenhague. Este afamado personaje ordenó la colección existente en el museo clasificándola, dividiéndola en Tres Edades: Piedra-Bronce-Hierro. Esta clasificación la hizo basándose en el material de que estaban hechos los objetos. Representaban para él una cronología que se sucedía en el tiempo. En 1819, fecha de inauguración del museo, Thomsen abriría una nueva etapa en la cronología de la cultura material. Lubbock (1860), otro gran arqueólogo de la época, crearía con posterioridad la cronología conocida como “Piedra tallada” (para el Paleolítico) y “Piedra pulimentada” (en referencia al Neolítico). Pero volvamos a Thomsen. Su organización del sistema de las Tres Edades no resultó tarea fácil. Desde el principio nuestro arqueólogo se dio cuenta de que el material se continuaba utilizando en todas las épocas, también la presente y que las piezas individuales tampoco ayudaban. Para darle un sentido práctico a su división utilizó los conjuntos de piezas hallados en Copenhage, pertenecientes a diversos yacimientos (enterramientos funerarios, sepulcros con tesoros…) A estos conjuntos los llamó “hallazgos cerrados”, y dedujo, según su uso, qué podía caracterizar cada objeto. Dividió las distintas piezas (cuchillos, hachas, recipientes, collares,…) por categorías de uso en materias y formas. Sobre la base de la forma hizo una clasificación, esbozó una secuencia cronológica grosso modo de la Prehistoria particular danesa e hizo un examen del contexto en el que habían sido encontradas las piezas, creando para ellas una secuencia del pasado dividida en cinco estadios evolutivos. Estos son los cinco estadios, según su uso: 
1. La Edad de la Piedra inicial sólo utilizaba instrumentos de piedra.
2. La Edad de la Piedra final es la etapa en que el metal se comenzaba a utilizar y los muertos ya eran enterrados en tumbas megalíticas, junto con cerámica.
3. Plena Edad del Bronce es la etapa en que las armas e instrumentos de corte se hacían de bronce o de cobre, los muertos se incineran y las cenizas se colocan en urnas.
4. La Edad del Hierro inicial limitaba el uso del hierro para fabricar instrumentos, utilizándose el bronce para ornamentos.
5. La Edad del Hierro final se divide a su vez en dos etapas: una primera dedicada a la decoración curvilínea, y una segunda de decoración con animales fantásticos. Con este enfoque el arqueólogo se distanciaba de la colección de que disponía y se acercaba a la Arqueología, ofreciéndola un soporte independiente del enfoque clásico existente para toda Europa.
Los fenómenos cíclicos. Sirven para dar una fecha concreta. Intentan poner en relación ocupaciones humanas del pasado con fenómenos naturales que podamos situar en el tiempo. Nuestra percepción no nos permite observar más allá de estos ciclos naturales que influyen en los animales, las personas… Milankovic (1879–1958) es autor de la cronología a través de ciclos naturales derivados de la inclinación solar, estableció una teoría cuantitativa capaz de relacionar los movimientos orbitales de la Tierra, el grado de insolación y el clima del planeta. Con el desarrollo de las escalas paleotérmicas marinas en los años 60, sobre todo la basada en los isótopos del oxígeno, disponemos de evidencias innegables de que los cambios climáticos siguen oscilaciones cuyos períodos coinciden con los predichos por la teoría de Milankovic.


BIBLIOGRAFÍA Y OTROS RECURSOS EN CASTELLANO

AA.VV. Historia Universal, Salvat Editores, S.A., Barcelona, 2004. Enciclopedia ilustrada en 24 volúmenes, que contienen 10.500 páginas, 350 mapas, 9.500 fotografías y numerosos gráficos y cronologías de cada época. Editados por Salvat, cada libro tiene más de 500 páginas. En cada uno de los 24 tomos aparece al inicio el índice temático del volumen. Además, el último tomo contendrá un gran índice general de nombres propios, lugares geográficos y conceptos más relevantes aparecidos en la obra, para facilitar su búsqueda en las más de 500 páginas que conforman cada volumen de este gran esfuerzo editorial. Para este trabajo: Vol. 1.- Los orígenes: Origen y evolución de la especie humana: la Paleontología (pp. 130-173), Los orígenes del arte (pp. 174-212), Las primeras edades de la piedra en Europa (pp. 213-257) / Vol. 21.- Atlas Histórico / Vol. 22.- Diccionario de Términos Históricos I / Vol. 23.- Diccionario de Términos Históricos II / 24.- Cronología Universal (pp. 1-18)
AA.VV. (2015) Orígenes: El universo, la vida, los humanos. Grupo Planeta, Barcelona. Esta obra aborda en profundidad tres de las preguntas más fascinantes que la ciencia actual tiene planteadas: el origen del universo, la emergencia de la vida y la aparición de nuestra especie. La investigación sobre estos tres orígenes no sólo alcanza las fronteras del conocimiento científico sino que lo trasciende e involucra a otros campos de la cultura y el pensamiento. En este libro, marcadamente interdisciplinar, cada parte ha sido escrita por un experto en el origen correspondiente: un cosmólogo, un bioquímico y un paleoantropólogo. Con ello, la obra viene a llenar un vacío en la literatura científica en español y es esperable que tenga una amplia aceptación entre distintos tipos de lectores. Los accesibles textos, que a la vez son rigurosos y están muy actualizados, se completan con un buen número de ilustraciones muy sugerentes, y van precedidos por un prólogo escrito por el reputado investigador Ricard Solé.
AGUSTI, Jordi. Los primeros pobladores de Europa. RBA Libros, 2012. En la ciudad caucasiana de Dmanisi un grupo de paleontólogos, entre los que se encontraban los autores de este libro, halló los restos fósiles de homínidos de casi 1,8 millones de años de antigüedad. Estos ejemplares se clasificaron como Homo georgicus, y posiblemente son la especie «puente» entre el Homo habilis y el Homo erectus. Este hallazgo es de una importancia decisiva porque abre nuevas vías de investigación sobre el debate en torno a la primera colonización humana de Europa y contribuye al desarrollo del estudio de la evolución de nuestros antepasados: en el año 2004, la última mandíbula encontrada en el yacimiento pertenecía a un «anciano» que había perdido los dientes y al cual debieron de alimentar los miembros de su familia o de su comunidad. A través de los restos descubiertos en los yacimientos de Dmanisi, se trata de reconstruir el modo de vida de aquellos pobladores prehistóricos, sus costumbres, sus creencias, su manera de alimentarse, vestirse, cazar y, sobre todo, el posible modo en que murieron, pues la manera en que fueron hallados nos habla, no sólo de cómo pudieron haber vivido, sino cómo llegaron al final de su vida.
ARSUAGA, J.L. La especie elegida: la larga marcha de la Evolución Humana (Del Proyecto Atapuerca) Ediciones Temas de Hoy S.A. (Col. Tanto por saber), Madrid, 2004 [Ilustraciones de Mauricio Antón] ¿Es el hombre «la especie elegida», la consecuencia necesaria de la larga marcha de la evolución? ¿Es, por el contrario, un accidente, el resultado de una de tantas opciones posibles en la historia de la vida?, ¿Qué fue antes, un ser bípedo o un ser inteligente? ¿Desde cuándo hablan los seres humanos? ¿Eran monógamos nuestros antepasados, cómo vivían, de qué se alimentaban? Este libro ha sido concebido para dar respuestas a estas y a muchas otras preguntas acerca de nuestros orígenes. Con el rigor científico que se espera de investigadores de primera fila mundial, Juan Luis Arsuaga e Ignacio Martínez (ilustrador) nos ofrecen en esta obra la mejor y más documentada síntesis acerca del enigma del hombre. Uno de los aspectos más controvertidos en el campo de la Paleontología humana ha sido desde siempre el del origen de la humanidad actual. Para un buen número de paleoantropólogos, como Gunter Briiuer y Christopher Stringer, los humanos modernos se originaron en África hace entre 300.000 y 100.000 años. A partir de esta Cuna Africana, nuestra especie se expandió por el resto del Viejo Mundo y reemplazó a las distintas humanidades (neandertales y Homo erectus) que habían aparecido como resultado de evoluciones locales, en condiciones de aislamiento reproductor, en Europa y Asia. Esta hipótesis ha sido bautizada con el nombre de Out of África en referencia al hermoso libro de Isak Dinesen (traducido al castellano como Memorias de África) en que se basó la película del mismo nombre…
ARSUAGA, Juan Luis. La saga humana, EDAF, 2006. Lo que nos fascina de la prehistoria es, sin duda, que tiene que ver con nosotros, con nuestros orígenes. Es un relato ancestral, un génesis, y desde que se cuentan historias al amor del fuego, las que nos hablan de dónde venimos son las más deseadas. La ciencia ha ido pacientemente desenterrando nuestras raíces, que son mu chas y muy largas, y cada día sabemos más.Los relatos míticos siempre han conmovido a los seres humanos, que los escuchaban absortos, y aún lo hacemos, una y otra vez, sin cambiar una palabra ni mover una pausa, como si la más mínima variación pudiera echar a perder la magia del rito. Las historias verídicas que cuenta la Paleo antropología no son menos fascinantes, sino al contrario, lo son más, porque la realidad de lo que pasó supera con mucho a lo que habíamos imaginado. Pero las narraciones científicas no se repiten siempre iguales en todos los libros, sino que cambian día a día, conforme aparecen nuevos personajes en las excavaciones.El pasado es una tierra de aventuras, el único lugar al que no se puede volar en avión y en el que no hay cobertura telefónica. Este libro, editado como un bello álbum, es un viaje por el pasado que nos lleva a conocer a nuestros ancestros y el mundo en que vivieron. Un recorrido con el ánimo en vilo, porque el destino no estaba escrito y nosotros podíamos no haber nacido.
ARSUAGA, Juan Luis. Mi primer atlas de la prehistoria cuando el mundo era niño. Planeta Lector (Libros infantiles y juveniles), 2008. «Hace mucho, mucho tiempo, cuando el mundo era niño…». Así es como empiezan todos los chamanes (brujos o sabios) de los aborígenes a contar la historia de la tribu. Y así es también como empieza este libro, que, aunque pueda parecerlo, no es una novela de aventuras sino un libro de Prehistoria, porque, como dice Juan Luis Arsuaga, su autor,  nuestra tribu es ahora la Humanidad completa, las gentes que hablan todas las lenguas en el planeta que compartimos, y en estas páginas se cuenta el relato científico de nuestra historia. Pero al mismo tiempo también es verdad que nuestros antepasados vivieron muchas y peligrosas peripecias. Y es cierto que la ciencia es la gran aventura de explorar lo desconocido. Lo que vas a descubrir en el libro que tienes en tus manos es tan hermoso como una leyenda, aunque todo lo que se cuenta sea cierto, pues ningún narrador habría sido capaz de imaginar las cosas que realmente les ocurrieron a nuestros antepasados. Decía el filósofo que nuestros padres nos dan la vida, pero no nos la dan hecha. Y hacerla es la mayor de todas las aventuras. Podemos empezar leyendo.
ARSUAGA, Juan Luis. El reloj de Mr. Darwin. Ediciones Temas de Hoy, 2009. Con motivo del segundo centenario del nacimiento de Darwin, en 2008, y al mismo tiempo del 150 aniversario de la publicación de El Origen de las Especies, Juan Luis Arsuaga escribe una representación (o reconstrucción), en la que aparecen los personajes más importantes del debate evolucionista (Alfred Russell Wallace, Mendel, Thomas Henry Huxley, Ernst Haeckel…) desde los tiempos anteriores a Darwin hasta la actualidad. Esos fantasmas surgirían de la mente de un profesor que va a dar su clase, y que revisando sus notas, en la soledad y el silencio del aula, acabaría por quedarse dormido con la cabeza derribada sobre la mesa. El autor utiliza la herramienta de que es un sueño, un delirio por varias razones. Una, obvia, es que los personajes son de distintas épocas y algunos no se conocieron entre sí. Pero la otra, mucho más importante, es que no pretende hacerles hablar con la voz que tuvieron en su tiempo, sino hacer una revisión del personaje desde lo que ahora sabemos. Por tanto, este libro no quiere ser una antología de textos, pues no sería justo contraponer las ideas de pensadores de diferentes momentos de la historia, ya que no disponían de la misma información. El experimento consiste en ver si “los otros evolucionistas” podrían mantener sus tesis con los conocimientos que hoy tenemos de Paleontología y de Biología, adaptándolas tal y como lo ha hecho el darwinismo.
ARSUAGA, Juan Luis. Atapuerca y la evolución humana, Madrid, Scientific Films S.L., 2009. [Fotografía: Javier Trueba] Espectacular edición, profusamente ilustrada con imágenes de gran calidad. Formato grande, didáctico y muy ameno en sus explicaciones. Debería leerse antes que cualquier otra obra sobre el tema. como por ejemplo “Los señores de la tierra”, ya que aporta una base de conocimiento amplia y rigurosa. El proyecto cultural y científico “Atapuerca, Cultura de la Evolución” nace con el objetivo de dar a conocer uno de los yacimientos paleontológicos más destacados del mundo. Los hallazgos de la Sierra burgalesa representan la colección más importante del planeta de restos humanos fósiles, tanto por la cantidad como por las respuestas que de ellos se desprenden en el proceso evolutivo humano. Es, pues, lógico que la UNESCO los declarara en el año 2000 Patrimonio de la Humanidad. La exposición itinerante “Atapuerca y la evolución humana” pretende acercar a diferentes lugares de España la realidad de ese proyecto científico, un tesoro cultural que está cambiando nuestra manera de entender los orígenes de la humanidad y que, año tras año, aporta nuevos y reveladores descubrimientos que aumentan el caudal de nuestro conocimiento. Esta muestra recorrerá durante el año 2009 cinco Comunidades Autónomas, limítrofes con Castilla y León, sirviendo de antesala a la inauguración del Museo de la Evolución Humana en Burgos. El Libro recoge el trabajo científico llevado a cabo en Atapuerca, en una magnífica labor de difusión y divulgación de lo que la Sierra burgalesa representa, sirviendo a la par que la exposición como exponente de la misma por la coherencia de su discurso y el rigor científico de sus elementos. Incluye un CD-ROM titulado: “Explorando el mundo de Atapuerca”. [Ilustrado por I. Martínez]
BAQUEDANO, E. (dir. 2007), El universo neandertal. Fundación Duques de Soria, Soria. [RAPOSO, L., VEGA TOSCANO, L.G., D’ERRICO, F., TURQ, A., MUSSI, M., CARBONELL, E. y VENIGER, G.CH. El Universo Neanderthal I. Madrid, Ibersaf, 2007.] Esta publicación es el resultado del Curso El Universo Neanderthal, celebrado en Rascafría (Madrid), del 5 al 8 de septiembre de 2005, que fue dirigido por D. Enrique Baquedano (Director del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid). Esta obra de 242 páginas está coeditada por la FDS y la Editorial Ibersaf.El mundo de los primeros homínidos y, particularmente el de los neanderthales, ha causado fascinación desde antiguo, no sólo entre los estudiosos de la Prehistoria, sino también entre el gran público interesado por conocer nuestros orígenes. Por ello, y entorno al proyecto de investigación sobre los yacimientos pleistocenos de Pinilla del Valle, dirigido por Juan Luis Arsuaga, Enrique Baquedano y Alfredo Pérez-González, la Fundación Duques de Soria organizó este curso que tiene vocación de continuidad. El libro recoge siete intervenciones que giran entorno a aspectos geográficos del fenómeno neanderthal, tratados por investigadores de la talla de Luis Raposo, director del Museo Nacional de Arqueología del Portugal; Alain Turq, conservador jefe del Museo Nacional de Prehistoria de Les Eyzies-Tayac, en Francia, y Margherita Mussi, profesora Asociada del Departamento de Ciencia Histórica, Arqueológica y Antropológica de la Antigüedad, de la Universidad de la Sapienza de Roma [+info]
FERNÁNDEZ VEGA, Ana (et alii). La Prehistoria y su metodología. Editorial Universitaria Ramón Areces, 2010. Este manual introduce a los estudiantes en los conceptos, métodos, técnicas y teorías manejados en la identificación e interpretación de la dimensión espacial de los restos arqueológicos. Es decir, cómo se distribuyen los vestigios arqueológicos en el territorio, cómo los prehistoriadores los identifican, reconocen y documentan, y cómo posteriormente tales datos son interpretados en términos de la organización espacial de las culturas y sociedades. Índice: El concepto de Prehistoria / La arqueología prehistórica. Técnicas de investigación I / La arqueología prehistórica. Técnicas de investigación II / El tiempo en prehistoria: registro y cuantificación / Tecnología de la piedra tallada / Industria ósea / Tecnología cerámica / Tecnología metalúrgica / Glosario [Los autores del manual son: Ana Fernández Vega, Amparo Hernando Grande, Jesús F. Jordá Pardo, José Manuel Maíllo Fernández, Francisco Javier Muñoz Ibañez, José Manuel Quesada López, y Sergio Ripoll López.]
HARARI, Yuval Noah (2014), Sapiens. De animales a dioses: Una breve historia de la humanidad. Debate. Harari (1976) es profesor de historia en la Universidad Hebrea de Jerusalén. Se especializó en historia medieval e historia militar, pero tras doctorarse en Historia por la Universidad de Oxford, pasó al campo más amplio de la historia del mundo y los procesos macrohistóricos. Su libro Sapiens. De animales a dioses es un ensayo divulgativo que pretende determinar los principales hitos de la historia del Homo sapiens, desde su aparición hace 200.000 años hasta el momento actual. Naturalmente, un relato de este tipo lleva consigo señalar sólo los acontecimientos más relevantes, dejar largos periodos casi en blanco y asignar un holgado espacio a la interpretación personal de los hechos. Dividida en cuatro partes, la primera nos enfrenta con los orígenes del mundo (campo para la física, la química y la biología), con la aparición sobre la Tierra del género Homo, con su evolución hasta llegar al triunfo del Homo sapiens sobre otras especies humanas (que quedaron extinguidas) y animales (a la aniquilación de muchas de las cuales contribuyó de forma efectiva), mientras se producía una "revolución cognitiva" con la creación de un lenguaje ficcional como fundamento de su superioridad (el punto "en el que la historia declaró su independencia de la biología")... [Leer más]
MUÑOZ IBÁÑEZ, F. J.; MARTÍN LERMA, Ignacio; MARÍN DE ESPINOSA SÁNCHEZ, Juan Antonio. Experimentar para comprender. Tecnología en el Paleolítico. Editorial UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia), 2012. El objetivo principal de la Prehistoria es el estudio integral de las primeras comunidades humanas y su evolución, hasta la aparición de la escritura. Este estudio se basa, fundamentalmente, en los restos obtenidos en la excavación arqueológica. A medida que avanzamos en el tiempo, contamos con una información cada vez mayo r para reconstruir la organización y el funcionamiento de las sociedades prehistóricas. La arqueología experimental sienta una base metodológica para la correcta interpretación del registro material que aparece en los yacimientos arqueológicos. Actualmente la experimentación en Prehistoria está considerada una fuente fundamental y necesaria para una mayor comprensión de la actividad del ser humano a lo largo de su historia. Así en este DVD se expone de forma clara y concisa la evolución de las técnicas de fabricación de los útiles líticos más representativos del Paleolítico y para qué se empleaban. Al libro lo acompaña un documental grabado durante la XX Edición de los Cursos de Verano de la UNED de Barbastro en el centro de arte rupestre de Colungo. Los autores que participan en el DVD son los mismos que firman el manual básico de la asignatura.
RIPOLL LOPEZ, Sergio (et alii). Prehistoria I: Las primeras etapas de la Humanidad. Editorial Universitaria Ramón Areces, 2010. El objetivo primordial de este manual es que los estudiantes adquieran no sólo unas nociones y criterios básicos sobre Prehistoria y Protohistoria, sino, sobre todo, una metodología de trabajo y estudio en la que se desarrollen su capacidad de análisis y de síntesis. Los autores del manual son:  Sergio Ripoll López, Joaquín Roberto Bárcena, Jesús F. Jordá Pardo, José Manuel Maíllo Fernández, Francisco Javier Muñoz Ibañez, y José Manuel Quesada López. Contenidos del libro: Índice / El Cuaternario: marco cronológico y paleoambiental de la Prehistoria / Origen y evolución de la humanidad / El Paleolítico Inferior: conceptos generales. Primeros estadios de la cultura humana. África y Asia / El Paleolítico inferior en Europa / El Paleolítico medio en África y Asia / El Paleolítico medio en Europa / El Paleolítico superior en África, Asia y Oceanía / El Paleolítico superior en Europa / El arte Paleolítico I y II / La Prehistoria de América / El Epipaleolítico / El Mesolítico / Las nuevas formas de vida del Neolítico / El Neolítico en el Próximo Oriente. Precedentes mesolíticos. El PPNA y el PPNB. El Neolítico cerámico.